L. Zamenhof

L. Zamenhof

 

EL ESPERANTO Y LA COMUNICACÓN IGUALITARIA CON LOS OTROS

 


Quizás alguna vez te han llegado referencias de una lengua llamada Esperanto. Te habrán llegado vagas informaciones que dicen que este fue un vano intento por desarrollar una “lengua internacional” pero que hace ya tiempo que se desvaneció en el desván de la historia. Pero, ¿qué hay de cierto en todo eso?
!No mucho!

Veamos: ¿fue un intento por desarrollar una lengua de comunicación internacional? Sí. Surgió como una manera de facilitar las comunicaciones internacionales mediante una lengua creada que evitara las irregularidades, las dificultades y las excepciones que complican el aprendizaje de las llamadas lenguas nacionales. ¿Fue en vano? Si observamos que ha existido una comunidad de hablantes que durante más de 120 años la han usado, creado literatura, cine, programas de radio y una cultura en general muy rica, esa afirmación no se sostiene. Esos hablantes provienen de todos los ámbitos geográficos imaginables (China, Japón, Vietnam, India, Nepal, Pakistán, toda Europa, muchos países de África y América, Australia...): tampoco parece que desde este ángulo se pueda pretender que ese intento haya sido infructuoso. Entonces, ¿por qué aparecen con tanta insistencia esas opiniones en los medios de comunicación de masas? Quizá eso esté en relación con las consideraciones que los movimientos de contestación social aparecidos entre nosotros últimamente ofrecen sobre ellos: en muchos casos no nos informan de la realidad. Pero, ¿cuál es la realidad?

Los ingentes esfuerzos desarrollados por los estados durante las pasadas décadas para conseguir el aprendizaje de una segunda lengua han sido, en su mayor parte, improductivos. Es muy complicado, sin estar en un medio bilingüe, llegar a dominar, mínimamante, un segundo idioma. Pero no sólo eso: cuando alguien, por el motivo que sea, llega a una capacidad de comunicación en una segunda lengua, generalmente el inglés en la actualidad, no podrá jamás lograr las comptencias de un hablante nativo. Siempre estará, a la hora de la comunicación efectiva, en un plano inferior. Si pero, ¿cómo evitar eso?

Si hubiera una lengua creada que evitara no sólo las múltiples “trampas lingüísticas” en el aprendizaje sino también que ayudara a que todos se sitúen en un plano de igualdad, ¿no sería eso una mejor forma de posibilitar las relaciones entre las gentes del mundo? Ahí está el papel del Esperanto.

Unas pequeñas pinceladas: siempre se lee como se escribe y se escribe como se lee. Cada letra es un sonido y cada sonido es una letra. El verbo es muy simple y se compone de una raíz y unas terminaciones que señalan lo que sucede en el presente mediante la terminación -as, el pasado mediante la terminación -is, el futuro mediante la terminación -os. Una misma raíz puede ser usada para crear múltiples categorías; así: caballo: “ĉevalo”, yegua: “ĉevalino”, potro “ĉevalido”, equino: “ĉevala”, establo: “ĉevalejo”, siendo -o la terminación universal para los nombres, -a para los adjetivos, -in para hacer la forma femenina, -id el descendiente, -ej el lugar propio de lo que indica la raíz, etc.

Bueno, y ¿por qué no ha sido ya adoptado por la humanidad dado que es una respuesta adecuada a una necesidad real? Quizás porque, al igual que la paz, es una aspiración de casi todos, pero no a todos interesa. De hecho, la Unesco lo ha recomendado en dos ocasiones, muchas instancias internacionales han hablado favorablemente de él, numerosos premios nóbel lo han recomendado, grandes figuras de la humanidad le han mostrado simpatía... pero dos individuos y sus regímenes han sido contrario a él y lo han prohibido y perseguido a sus hablantes: Stalin y Hitler.

 



¿Puedes comunicarte fácilmente con gente de otros países? Muchos habéis aprendido inglés durante muchos años, pero, ¿podéis mantener una conversación fluida mediante ese idioma? ¿Qué os parecería poder hablar con personas de otras partes del mundo usando una lengua neutral que no pertenece a ninguna comunidad pero que, sin embargo, pertenece a todos los que la hablan?

Ese es el objetivo para el que se creó la lengua internacional Esperanto. Hace más de 120 años, un joven oculista, de una zona que ahora está en Polonia, pensó que una lengua creada, sin las irregularidades y dificultades propias de las lenguas “nacionales” y de más fácil aprendizaje, podría contribuir a un mejor entendimiento entre los hombres y, así, ayudar a los esfuerzos por la paz y la hermandad entre ellos.

El éxito en 1887 del primer libro de Zamenhof -este es el nombre del creador de la lengua internacional- fue inesperado. Parecía que esa aspiración estaba ya en los corazones de muchos. Pronto hubo hablantes y clubes esperantistas en diversos lugares del mundo, incluidos algunos en nuestra geografía ya desde la última década del siglo XIX. Durante todo el siglo XX, el Esperanto ha tenido una comunidad que lo ha practicado, cultivado su literatura, producido música, cine, radio, pero también sufrido persecuciones, especialmente bajo los nazis y la Unión Soviética de Stalin, que lo prohibieron y persiguieron a sus hablantes por diferentes motivos. En la actualidad, internet ha abierto caminos insospechados también para el Esperanto. Ambos instrumentos, la red y la lengua internacional, tienen muchos elementos en común: ponen en comunicación a gentes y comunidades lejanas, facilitan el trabajo colectivo, permiten el conocimiento directo sin las cortapisas que, muchas veces, significan los medios de masas tradicionales. Hay lugares en la red donde se pueden estudiar cursos, escuchar archivos sonoros, ver vídeos, hablar con otros estudiantes desde el primer día de aprendizaje, etc.

Debido a la presión de la ideología del individualismo egoísta y exclusivista que hemos padecido en su versión más extrema durante los últimos 40 años, parecía que la actualidad del Esperanto se desvanecía. Parecía que la lengua del imperio, el inglés, era el verdadero instrumento para cubrir la necesidad de la comunicación internacional, a pesar de la realidad que, tozudamente, nos muestra que sólo grupos muy reducidos pueden usarlo adecuadamente, debido a la dificultad de su aprendizaje y a su carácter no neutral que aúpa a sus hablantes nativos, de una manera injusta, sobre el resto de la humanidad.

El Esperanto es un logro de la racionalidad humana, un sistema métrico decimal de las lenguas que posibilita la interrelación al mismo nivel a todos los que la usan.  La realidad de su uso entre personas de todas las áreas geográficas imaginables ha mostrado su idoneidad.

El mito del inglés ahora y de otras lenguas nacionales con anterioridad como lenguas para el contacto no sólo de las élites, sino de todos con todos se ha demostrado falso. Basten unos pocos ejemplos: los estudiantes chinos estudian la lengua inglesa durante más de 15 años antes de acabar sus estudios preuniversitarios; solamente un 4 ó 5 por ciento logran una capaciad que les permite una conversación básica con extranjeros. En el estado español, ¿cuántos están en disposición de hablar matizadamente con un nativo o un extranjero mediante lenguas nacionales?

Parece que ya es hora de dar una oportunidad al Esperanto.


Gong Xiang

Aparecido en Contramarcha nº 57

Septiembre 2011

 

 

 

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