Huelga General Oakland

 

DESAFÍO EN OAKLAND:
CRÓNICA DE UNA HUELGA GENERAL


Las calles de Oakland, California, resonaban el día 2 de noviembre con las voces de decenas de miles de personas decididas a mantenerse firmes y resistir. Eran gente trabajadora, estudiantes y activistas que habían respondido a la llamada a la Huelga General realizada por Occupy Oakland (el 15-M de los USA).
Miles de personas secundaron la primera convocatoria de huelga general que se vivía allí desde 1946. La determinación de los trabajadores de Oakland se equiparaba con la de miles de personas por todo Estados Unidos que participaron en un día nacional de acción solidaria, una semana después del ataque brutal de la policía. Oakland saltó a los medios de información a nivel nacional después de que el ex marine estadounidense Scott Olsen fuera gravemente herido durante una manifestación la semana pasada. Olsen sufrió el impacto de una granada lacrimógena en la cabeza durante las protestas, un incidente que acrecentó la indignación contra las fuerzas de seguridad en la localidad.
La población de la zona de la Bahía de San Francisco había respondido, pues, al llamamiento de Huelga General de Occupy Oakland: los maestros no fueron a trabajar, las y los estudiantes abandonaron las aulas, y la gente trabajadora de las ciudades se tomaron el día libre para unirse a las manifestaciones. En un país donde ni siquiera es festivo el 1º de Mayo y que tiene alergia a cualquier movimiento que pueda sonar demasiado “obrero”, la jornada de ayer tuvo un éxito inesperado. El momento culminante llegó por la noche, con una marcha masiva desde el campamento de Occupy, en la Plaza Frank Ogawa (ahora rebautizada como Plaza Oscar Grant, en honor del joven que murió asesinado a manos de un policía del metro el 2009), delante del Ayuntamiento, hasta el puerto de Oakland, el quinto más activo del país. La manifestación logró interrumpir el turno de noche, cuando los trabajadores de los muelles se negaron a cruzar un piquete de unas 15.000 personas.
“Hace mucho tiempo que hacía falta eso”, decía James Curtis, de la junta directiva del Sindicato de Almacenes y Muelles Internacionales (ILWU). “Ahora han despertado el tigre que estaba dormido”.
A media tarde, varias riadas de manifestantes se reunieron para una marcha que debía crear un piquete enorme: querían cerrar la institución económica más importante de la ciudad: el Puerto de Oakland.
Los manifestantes llegaron al gran complejo portuario y se dividieron para ocupar todas sus puertas. Los de Occupy San Francisco se encargaron de una de las puertas, y la gente de Oakland se dividió para cubrir el resto. Cuando el cambio de turno de las siete de la tarde ya quedaba cerca, eran miles de manifestantes los que se concentraban en cada una de las puertas principales.

 

Occupy Oakland


Después de mantener los piquetes durante varias horas, el árbitro portuario decidió que los muelles de Oakland permanecerían cerrados durante la noche. Los manifestantes celebraron alegremente la victoria de la huelga general, y muchos volvieron hacia el centro, en la zona de la plaza Oscar Grant, que hervía con música, cantos y discusiones apasionadas.
Ni la policía, ni los miembros del gobierno local ni el sector empresarial de Oakland han podido detener el desafío de los manifestantes por las calles de la ciudad y a las puertas del puerto.
“Oakland es el motor económico de toda la zona de la Bahía”, explicaba a la radio pública de Fresno Jack Heyman, un trabajador de los muelles jubilado, activista de la rama local del ILWU. “Los miles de personas que han marchado hacia el puerto (que es controlado por el uno por ciento, los grandes capitalistas) y lo han cerrado, han demostrado no sólo en la ciudad de Oakland, sino en todo el mundo, el poder que tiene la clase trabajadora”. “En este momento, las operaciones marítimas están detenidas en el puerto de Oakland. Las operaciones en el área marítima se retomarán cuando sea seguro hacerlo”, han afirmado las autoridades a través de un comunicado. El puerto genera unos ingresos anuales de 39.000 millones de dólares (28.503 millones de euros) en importaciones y exportaciones
Heyman dio las gracias a los jóvenes trabajadores del puerto que no se presentaron a trabajar el 2 de noviembre, entorpeciendo las operaciones portuarias de la mañana. “Quiero mostrar mi admiración a los jóvenes que no han ido a trabajar esta mañana”, decía Heyman. “Es gracias a ellos que los propietarios de los barcos han tenido tantas dificultades para reunir suficientes trabajadores en los muelles”.
Powell DeGange, un ciudadano de Oakland de 26 años, expresaba la alegría que sentía por formar parte de un movimiento global. “Estamos emocionados porque la gente de Egipto se ha manifestado en solidaridad con Oakland”, decía DeGange. “Nosotros nos manifestamos por ellos, y ahora ellos están allí para nosotros. Todos formamos parte del movimiento mundial contra la misma avaricia, el mismo imperialismo”.

 

Aparecido en Contramarcha 58


Diciembre 2011

 

 

 

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