Raimundo Alonso

 

RAIMUNDO ALONSO AGUILERA IN MEMORIAM

Cuando habíamos terminado la edición del anterior Contramarcha nos sorprendió la pérdida del compañero Raimundo Alonso, así que incluimos de urgencia un artículo dando cuenta de ello. Ahora, ya con tiempo, varios compañeros y compañeras han enviado escritos y fotos para estas páginas que editamos en su homenaje También publicamos alguno de sus correos electrónicos que enviaba a la Sección para que los compartiésemos con todos y todas. Rai, siempre estarás en nuestras luchas.

 

 

HA MUERTO UN COMPAÑERO

Hace ya muchos años me encontraba en “excedencia por servicio militar” en el metro, un eufemismo que en realidad significaba que el estado  te secuestraba más de un año. Se me concedió un permiso de varios días y uno de ellos lo dediqué a visitar a mi abuelo Modesto, metrero  jubilado, recién ingresado en el hospital por unas molestias en la garganta.
Finalizaba la visita cuando mi abuelo, preso de una extraña emoción, exclamó: “Bueno, dame un abrazo Josete (así me llamaba), que ya no nos vamos a ver más”. Sorprendido e incrédulo, pues yo lo veía tan en forma como siempre, nos fundimos en un fuerte abrazo mientras le respondía: “pero ¿Qué cosas dices? ¡anda, anda, que te vas a poner bien!”. Sus palabras, sin embargo, resultaron proféticos; aquel hombre, al que no recordaba haber visto nunca enfermo y que nunca fumó, cayó abatido por el cáncer. Nunca sabré si fue informado oficialmente de su estado o si fue un presentimiento, aunque siempre pensé esto último.
Esta escena, casi olvidada por los años, se me ha venido a la cabeza en muchas ocasiones tras la muerte del compañero Rai. Y es que dos días antes de ese fatídico domingo, el viernes 9 de diciembre, Rai apareció por la sección sindical, y yo por esas fechas ejercía de delegado. No sé que pasó en el momento en que entraba, pero el caso es que nos dimos un largo, emocionado e inhabitual abrazo. Esto, a lo que no dí mayor importancia entonces, se me ha presentado tras conocer la muerte tan injusta de nuestro compañero. Más aún cuando su compañera Lola me confirmó posteriormente que Rai le había contado el gran abrazo que le había dado a Nacho. No, aunque todo es posible, no creo, o no quiero creer que Rai tuviera un presentimiento. De hecho, ese viernes quería adquirir una agenda libertaria para el 2012, prueba de que tenia proyectos y planes de futuro. En la librería de Malatesta me informaron de que la agenda no estaba disponible porque aún no había salido de la imprenta. Rai no tuvo su agenda y sus proyectos ya no podrán tomar forma.
Raimundo Alonso era un compañero excelente y muy competente ideológicamente hablando. Aunque en su primera juventud militó en un partido marxista, había devenido en un anarquista convencido y convincente, con una sólida formación que se translucía en sus calurosas intervenciones. Participaba desde siempre en la vida del sindicato y acudía a todos los actos del mismo, muchas veces de la mano de su inseparable Roa, y no dejó de hacerlo aunque estuviera ya prejubilado por motivos de salud cuando el cáncer ya lo estaba golpeando. Pero, si era buen compañero aún era mejor persona, todos lo apreciábamos y lo queríamos, por eso su pérdida nos ha sacudido en lo más hondo.
Sin embargo, como se ha dicho en muchas ocasiones y de forma más erudita, nadie desaparece del todo mientras exista alguna persona que lo conoció y que lo recuerda. Por eso Rai, nuestro compañero, seguirá con nosotros si le reservamos un rinconcito en nuestros corazones.
¡Compañero Rai, hasta siempre!

Jose Ignacio Cabañas Magán.
Jefe de Sector

 

Raimundo y Josete de Roa


CRECER

A mediados de enero nos juntamos varios amigos junto a Lola, la compañera de Rai. Nos juntamos los amigos de siempre del Barrio del Pilar y recordamos cuando se conocieron los dos, fue el 1º de Mayo de 2002, yo personalmente les presenté, fue como un flechazo y desde entonces estuvieron juntos. Han sido 10 años, pero muy intensos.
Rai era una persona siempre dispuesta, dando siempre. Han sido tantos los momentos que hemos vivido juntos, y también tantas y tantas luchas, en el trabajo, en el barrio, etc.
Recuerdo una conversación con él después de que se enterase de la enfermedad que le segó la vida, me dijo “está enfermedad me ha enseñado a ver y vivir la vida de otra manera, no voy a gastar mi energía en cosas que no merecen la pena”.
Y se centró en lo que amaba y quería, en su compañera, amigos y compañeros. Siguió también con la lucha, tanto en Solidaridad Obrera como en ARBA. No se perdió ninguna movilización, ni sus viajes con su compañera, o también con sus amigos y amigas. Yo personalmente he crecido con él, me ayudó a crecer con su saber hacer en esta vida.
Siempre tigre Rai, te llevo dentro compañero, amigo.

Josete de Roa Sanz
Oficial Multifuncional

 

 

RAI SE QUEDA CON NOSOTROS

A Raimundo le conocemos desde el comienzo. Al poco de levantar la Sección Sindical de CNT en Metro ya estaba con nosotros. Eran los años ochenta, la movida madrileña y esas palabrejas que se inventaban para decir que nos lo pasábamos lo mejor que podíamos. Desde que le conocimos ya tenía el pelo totalmente blanco, aún así su aspecto fue durante mucho tiempo de lo más juvenil. Al principio le llamábamos papilomas  por la facilidad que tenía de coger ese tumor benigno en la planta del pie casi todos los veranos, lo que le costó más de una baja veraniega. Entonces no había vacaciones rotativas ni nada que se le pareciese, estábamos condenados a irnos en Marzo año tras año. La lucha por la rotatividad de vacaciones, descansos y turnos fue larga y en ella participó Rai como otros muchos. Rai había militado en un partido maoísta, la oscura Unificación Comunista que sigue dando tumbos ahora echada casi a la extrema derecha por su neura pro ministerio del interior. En aquellos años llegaron a torturar a sus propios militantes en Valencia en su búsqueda obscena de espías yankis o soviéticos. Rai se mostraba siempre alegre y dicharachero, siempre dispuesto a la conversación y a la crítica del poder establecido. Muy pronto fue profundizando en las ideas anarquistas, recuerdo el día en que una compañera de Traficantes de sueños comentó que había encargado más de veinte libros, todos ellos recomendados en el Contramarcha. Este órgano de difusión de la Sección Sindical del Metro viene editándose desde principios de los ochenta si bien durante mucho tiempo tuvo otro formato mucho más pequeño que el actual.
Rai ha sido un excelente compañero en el sindicato. En muchas ocasiones fue representando a la Soli a distintos eventos, dejando el listón muy alto, recuerdo las movilizaciones antifascistas en el Barrio del Pilar en contra de la apertura de un local por parte del partido nazi “Democracia Nacional” que más adelante asesinaría a Carlos Palomino en el metro de Legazpi. Rai representó a Solidaridad Obrera en las movilizaciones, dio entrevistas a distintas emisoras de radio y para distintos medios de prensa escrita, argumentando pacientemente una y otra vez el porqué de nuestra contundente oposición. También recuerdo cuando nos prestó su casa para ducharnos cuando junto con Poli estábamos en huelga de hambre en la furgoneta de Julián ante la Asamblea de Madrid, entonces sita en la calle San Bernardo. La cordialidad de toda su familia hacia que nos sintiésemos en nuestra propia casa.
Sus largas conversaciones en las salidas al campo, en las comidas o cenas del sindicato, siempre dispuesto a polemizar, pero suavemente, sin encontronazos ni trincheras dialécticas. Los recuerdos son muchos, en especial los de los últimos años.  Cuando comenzó su segunda juventud, hace diez años, llamó la atención de todos con sus teñidos de pelo, que sinceramente le hacían poco favor, hasta el punto de ganarse el apodo de “la aparición”, que le puso Julián y yo me encargué de repetir hasta la saciedad. De esta anécdota hay otro artículo explicativo.
El cáncer tiene pocas virtudes pero hay una que voy apreciando en los seres queridos que pierdo por su culpa y es la de acrecentar la humanidad y el amor hacía los seres de su entorno. Con Rai no llamó mucho la atención este aspecto, pero también sucedió. Desde que se enfrentó a la enfermedad te hacía sentir querido en cada ocasión, disfrutaba y te hacia disfrutar de cada encuentro de cada momento de su compañía.
Su muerte por imprevista fue para todos una experiencia nueva. Yo nunca había participado tan de cerca. Cuando llegué a su casa aún estaba caliente su cuerpo y me fui cuando ya se lo había llevado el camión con destino al frigorífico de la Universidad. Esos momentos tan duros, compartidos con tantos amigos y familiares no se pueden olvidar jamás. Rai había preparado personalmente los papeles para donar su cuerpo a la ciencia al igual que había hecho también Julián.
Rai deja un recuerdo imborrable en muchos militantes de la Soli, sobremanera en muchas compañeras por su especial sensibilidad que a otros nos falta totalmente y también en muchas ecologistas y revolucionarias como pudimos ver en el homenaje organizado por ARBA, amigos del Barrio del Pilar y la Asamblea de Vallekas por la Huelga General en el Ateneo Republicano de Vallekas.
Sus dos hijos, Ana y Miguel, su compañera Lola, saben que no están solos echándole de menos. Somos muchos los que le llevamos en nuestros corazones.

Manuel Fernández Suárez
Conductor

Raimundo Alonso

 

TAMBIÉN LE LLAMAMOS “LA APARICIÓN”

Raï tuvo muchos apodos a lo largo de los años en los que compartimos luchas: “papilomas”, “tigre”, “chamán”, etc. Anteriormente en su juventud, allá en Soria en San Esteban de Gormaz, le conocían por “zorro”. También le llamamos “la aparición”; este apodo se lo puso el también añorado Julián allá por año 2004. De cara a las elecciones sindicales de ese año nos hicimos la foto de grupo ante la estación de El Lago, estación peculiar donde las haya y una de las más guapas de Metro, sin duda. Las fotos las hicimos en dos veces una a mediodía a la gente que trabajaba de tarde y otra a las tres de la tarde con la gente de la mañana. Un grupo de pie y otro agachado, Raï estaba en el grupo de los agachados y por tanto había que ponerlo en la foto de conjunto delante del grupo que había posado de pie. Las fotos de ambos grupos las había tirado Lozano, Perisito que le dicen en su Priego natal, e incluso había hecho un montaje a todo color que estaba muy bien. El caso es que Julián afirmaba que el cartel debía potenciar la colectividad del sindicato y que por ello debía ir en rojo y negro y no a color… y cuando Julián afirmaba una cosa de esa manera, además sostenía que todo la foto del cartel iría en blanco y negro excepto la bandera del sindicato. Al final todos nos rendimos ante la tozudez de Julián y dimos el visto bueno. El problema vino al superponer el grupo de Raï, pues sus cuatro pelos teñidos dejaban pasar mucha luz y cuando se tomó su foto no había nadie detrás. De nada sirvió decirle a Julián que nadie se iba a fijar en eso, que estaba bien así, que no importaba. Julián cada vez que daba por terminado el montaje se fijaba en Raï y exclamaba: “¡¡la aparición!! ya está aquí la aparición”. Y vuelta a comenzar los retoques para que no se notase su pelo en el montaje. Julián agrandaba la cabeza de Raï hasta el máximo que le permitía el ordenador y trabajaba casi pelo a pelo el corte de la foto, luchando contra una realidad que se seguía imponiendo a pesar de su trabajo y paciencia. Al final optó por difuminar un poquito la foto de grupo de los agachados, lo que le llevo a renglón seguido a difuminar también la de los de pie “porque no puede hacerse sólo a una parte, la foto es un todo y lo realmente importante es la bandera, es decir lo que representa”.
El resultado final fue un desastre, tanto es así que al final de la campaña, cuando faltaban sólo cuatro o cinco días para la votación tuvimos que sacar un contramarcha especial con la foto tal como la había montado Perisito para que se viesen las caras y se nos reconociese por parte de los trabajadores. De todas formas las culpas se las llevó Juan que fue el fotógrafo oficial, y que no daba crédito a lo que había sucedido con sus fotos, y sobre todo la aparición, culpable probado de todo el desaguisado.
Una anécdota de las muchas que hay sobre Raï y que une a dos grandes compañeros, Raï y Julián, que a pesar de todo siguen con nosotros en el día a día.

M. F. S.

 

 

VIAJE

La vida no es más que un viaje por tren repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables y profundas tristezas.
Nos subimos al tren, en una estación cualquiera y nos encontramos con algunas personas, creyendo que siempre nos acompañaran en el viaje.
Personas que serán especiales para nosotros, pero que un día en un andén determinado se bajan y dejan una añoranza permanente…
No sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.
Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será, es, doloroso.
Me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de encontrarlos al llegar con mi equipaje y eso me hará feliz.
Por si estamos equivocados y después de esta vida existe otra y hay la ocasión de volver a tener a la gente que queremos, espero volver a tenerte.
Fue todo un placer encontrarme contigo, Compañero, Amigo.
A ti, Rai que eres parte de mi tren, te deseo un... ¡¡¡Feliz viaje!!!
SALUD.

Miguel Ángel Arroyo.
Secretario General de Solidaridad Obrera

 


IN MEMORIAM

Nosotros no podemos refugiarnos en otros mundos cuando se nos va un amigo; no tenemos premios para una vida entregada generosamente a ser solidario, a promulgar la libertad, a combatir esta sociedad y cambiarla por otra mejor; no tenemos un ser superior que nos juzgue y recompense o castigue; pero siempre quedarán los recuerdos, esos recuerdos que cada uno guardaremos y compartiremos a través de  los que seguirá viviendo, pero no sólo nos quedarán sus recuerdos, nos queda sobre todo lo que nos enseñó sin dar lecciones, tuvimos la gran suerte de conocerle, de hablar con él, de escucharle, esas ganas de exprimir la vida, esa serenidad que da tener la conciencia tranquila, esa claridad que da la experiencia. Ese ejemplo, ese coraje es lo que nos ha impregnado, y así es como seguirá viviendo en cada uno de nosotros, si dejamos que eso se pierda será cuando él nos deje de verdad, su huella será sólo un recuerdo pasado, no una energía viva cada día. Me niego a creer que todas sus ganas de vivir se pierdan, me niego a creer que la muerte quiebre esa voluntad, Rai no es pasado, es futuro, son proyectos, estará ahí siempre, sonriendo, empujando, apoyando, como nunca, como siempre.
Su lugar en nuestros corazones nunca será un espacio vacío lleno de recuerdos pasados, será un sitio lleno de vida, de propósitos, ánimos, tal y como él siempre fue, es, será…
Un abrazo amigo, sé que estás vivo en cada uno de nosotros, sé que formas parte de cada uno de nosotros…

Javier E Montero Arango
Técnico de Línea

 

 

UNA GRAN PERSONA

El once de diciembre nos dejó Rai, compañero del Metro y anarquista convencido, militante de Solidaridad Obrera.
Una gran persona con la que tuvimos el placer de compartir ideas y luchas, pues militaba en mil frentes, desde el sindical al ecológico o al cultural; y era fácil encontrarle en cualquier manifestación o concentración, incluso estando enfermo terminal se mantuvo hasta el último momento activo en asambleas, actividades y movilizaciones de Solidaridad Obrera.
Quienes tuvimos la suerte de conocerle sabemos que no le olvidaremos, su ejemplo de lucha y dignidad perdurará en nuestros corazones.
Nos sumamos al dolor de su familia, amigos y compañeros por su pérdida. Que la tierra te sea leve compañero.

Antonio Rosas.
Plataforma Sindical de la EMT

 

Raimundo y Nati

 

EL MEJOR REGALO LO TENGO YO

El día del 60 cumpleaños de Raí, le mandé un mensaje diciéndole: “Aunque es tu cumpleaños, el mejor regalo lo tengo yo. Ese regalo eres tú”. Muchas veces tenemos la sensación que la vida es injusta y cruel, y por ello no disfrutamos de los regalos que nos da. La vida conmigo es muy generosa y uno de los regalos más preciados ha sido conocer a Raí y que forme parte de mí.
Generoso, sensible, comprometido, solidario hasta la saciedad. Disfrutaba y me hacia disfrutar compartiendo recuerdos de su madre, mujer valiente, y que siempre entendió y defendió la sensibilidad de su hijo, en un  mundo rural, duro, árido, frío y hostil para entender estos sentimientos en un hombre.
El  día que acompañamos a Raí en la despedida de su madre, le recuerdo emocionado enseñándonos y compartiendo con nosotros sus recuerdos. Disfrutó en un día tan triste para él enseñándonos el taller de su abuelo Raimundo, su casa, sus rincones. Nos contó su adolescencia junto al río Duero.
No hace mucho descubrió una nueva afición: la pintura, casi a la par que la enfermedad le destruía por dentro. ¡Ay la vida que paradojas tiene! Mientras Raí creaba, el maldito cáncer le destruía. Este verano volvió a su pueblo a disfrutar de la pintura y también de largos paseos con su hermano.
También te recuerdo con esa pizca que aún conservabas de niño travieso, cuando en Sevilla apareciste con unas gafas enormes, o en el albergue de Piedralaves disfrazado de payaso. Todavía oigo las risas.
Raí SOLIDARIO, sigo oyéndote en esas largas charlas, hablando del Apoyo Mutuo de Kropotkin, defendiendo apasionadamente la ayuda reciproca, en este mundo donde tanto prima el individualismo.
Raí GENEROSO, en los días que el dolor se cebó con tu cuerpo, cuando fui a verte al hospital, me contabas lo mal que lo había pasado tu COMPAÑERA Lola, y que te preocupaba que no la hubieras dejado descansar ¡Siempre pensando en los demás!
Sigo manteniendo en mi cuerpo, la calidez de tus abrazos, solo tengo que pensar en ti para sentirlos. Te recuerdo abrazados en Hontanares, donde dimos vida plantando unos árboles a nuestro querido Julián.
El último día que físicamente estuvimos juntos, compartiendo la emoción de los relatos premiados para el noveno certamen de Relato Breve junto a José y a Martín, tu fiel amigo (Un beso Martín), defendías la sensibilidad del mejor relato premiado. Raí SENSIBILIDAD. No llegaste a saber que de los cinco relatos premiados, cuatro lo escribieron mujeres. Pero yo sé que lo sentiste. Raí y su sensibilidad con las mujeres. Era un día frío, pero tu presencia me dio calidez. Bajamos las escaleras del metro, nos despedimos con un beso y un abrazo. Yo crucé los torniquetes, volví la cabeza y tú seguías allí de pie tirándome un beso (tú último beso). Sentí las ganas de salir y volver a darte otro abrazo, todavía no sé porqué no lo hice, nada presagiaba que ésta era la última vez que te veía. Hoy cierro los ojos, salgo y te abrazo. Como dice Gioconda Belli “No sé si llueve o lloro”.
Un beso muy grande Raí, tu miliciana Nata.

Natividad Pulido Polo
Jefe Sector

 

Raimundo y Ezequiel

 

AMISTAD

Tenemos por costumbre hablar bien de las personas que ya no están con nosotros. Yo no voy, no soy nadie para hacerlo de Rai.
Sólo hablaré de mí. Si he conocido la verdadera amistad han sido los dos últimos meses, noviembre y diciembre de 2011. Siempre he dicho que la familia la tienes asignada cuando vienes al mundo. Los amigos los eliges o te eligen a ti. Si de algo estoy orgulloso es de haber disfrutado de su amistad. Hasta siempre hermano donde estés.
Salud y anarquía.

Martín Ezequiel Caja.
Conductor

 

 

 

Últimos correos de Raimundo Alonso
“la burbuja transhumante”

 

Un saludo libertario comp@s:
De manera consensuada conmigo mismo (esto me suena de algo) he decidido consensuar con todos vosotr@s una buena noticia, que me atañe de manera especial. Y que mejor manera de consensuarla que compartirla con mis solidari@s y milician@s. Agua va:
Ayer estuve con el oncólogo, ese señor que introduce en mi body esas cosas tan raras. Pues bien, este buen señor me contó algo que estaba desando oír: que el PSA se está estabilizando, preámbulo necesario para mi liberación de la quimio hasta octubre y el consiguiente descanso de mi cuerpo, que ya le tocaba. Me ofreció dos opciones: dejarlo ya sin la sesión de quimio de ayer ó darme otras dos, incluida la de ayer, para consolidar un poco más todo este proceso que últimamente se ve que está dando resultado. Siguiendo su criterio, me daré la última sesión el día 30 y ahí se acaba la historia hasta después del verano, previa confirmación de la buena marcha de todo esto a través de una nueva analítica.¿ Qué más puedo pedir?.
Esto es lo que quería compartir con vosotros, nada más y nada menos.

Un saludo libertario. Rai.

 

Hola a tod@s: Os envío un saludo y mi enorme agradecimiento por todo el cariño que me mostráis, renovado, en cualquier ocasión y lugar. Por eso os ofrezco de nuevo compartir con tod@s vosotr@s las últimas noticias.
Como sabéis ayer jueves recibí la última sesión de quimio y me voy a librar de ella hasta pasado el verano, así que me voy a poner como un tigre.
No sé muy bien si soy optimista por naturaleza o la vida me ha hecho así. Lo que sí que tengo claro es que vivo al día, disfrutando el día a día y agradeciendo a la vida cada mañana que aparece por el horizonte. Viviendo el aquí y el ahora y exprimiendo cada minuto que pasa por mi existencia. Y aprendiendo a extraer lo mejor de cada momento.
He hablado con el oncólogo y la perspectiva es halagüeña. De todos modos esto es harina de otro costal y tema para otra ocasión. Yo sigo mi caminito y trato bien a la vida y ella me devuelve generosamente todo lo mejor que me podía ofrecer. Por ejemplo y sin ir más lejos, vuestro cariño incondicional. Es lo mejor que me podía pasar.

Un beso a todos. Rai.

 

Saludos libertarios.

Creo que las últimas noticias nos deben llenar de regocijo, alegría y esperanza en el futuro. Se abre ante nosotros una etapa preñada de posibilidades que con nuestro esfuerzo y entusiasmo podemos y debemos encauzar hacia metas que hasta ahora sólo tenían cabida en nuestros sueños. Ha llegado la hora de desplegar todo nuestro entusiasmo y solidaridad y ponerlo al servicio del cambio del actual estado de cosas. Y me estoy refiriendo tanto a la nueva dinámica que entre todos estamos generando en nuestra organización anarcosindicalista como a nuestra relación con organizaciones hermanas que nos abren el camino a un cambio en la manera de entender las cosas que hasta ahora permanecía atascado y ocioso. Celebrémoslo como se merece. Vaya por mi parte todo mi agradecimiento y reconocimiento del esfuerzo de los compañeros de la Soli que el sábado pasado dieron el primer paso en esta dirección. Y, por supuesto, al resto de compañeros de CNT, CGT y SAS.

Viva la revolución social. Viva el anarcosindicalismo.

Un saludo libertario. Rai.

 

Aparecido en Contramarcha nº 59

Enero 2012

 

 

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