1. Piensa primero en ti, siempre en ti y nada más que en ti.
2. Piensa que la realidad que te ha tocado vivir es así y no se puede cambiar.
3. Acepta la miseria, la injusticia y la desigualdad como cosas del destino, de la voluntad de Dios o de la naturaleza.
4. Piensa que el estado, los tribunales de justicia, el parlamento, los partidos políticos y demás instituciones fueron creadas porque las personas como tú no saben o no pueden gobernarse a sí mismas.
5. Piensa que es natural que haya personas que manden y otras que obedezcan, que es natural que haya ricos y pobres y que es natural que los ricos manden y los pobres obedezcan.
6. Créete todo lo que leas en los periódicos, escuches en la radio y veas en la televisión, y que no te ocultan nada.
7. Créete que tu empresa te hace un favor al permitirte trabajar para ella a cambio de un salario.
8. Afíliate al sindicato que haga lo que la empresa diga y nunca a otro que hable sobre derechos, dignidad o subidas salariales.
9. Créete que la policía te cuida, que los militares te protegen (y a la patria también) y que la Iglesia vela por los pobres.
10. Piensa que solo tienes derecho a tener aquello que puedas comprar, aunque lo necesites para vivir, como los alimentos y las medicinas.
11. Acepta sin rechistar que haya otros que piensen por ti, qué es lo que a ti te conviene.
12. Tienes que adaptarte, solo el que se adapta sobrevive.
Aparecido en Contramarcha Nº 21
Enero 2004
ÁGORA