CARTA ABIERTA DE CONTESTACIÓN AL CONSEJERO/PRESIDENTE

Desde estas líneas, que me gustaría ver publicadas, quisiera puntualizar las mentiras y exageraciones que se están divulgando, sobre los privilegios y las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras del Metro de Madrid, vertidas desde la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, más concretamente el Consejero de Transportes.

Para ello sólo voy a contestar al editorial que él ha firmado y ha sido publicado en El País del día 6 de enero, por cierto, se le olvida a este señor cuando firma como Consejero de Transportes que también es Presidente de Metro de Madrid S.A., supongo que habrá sido por olvido; debería aclarar si cobra por ambos cargos, yo no lo sé. Lo que sí sé es que ocupando los cargos que ocupa, tiene un desconocimiento total de la realidad de Metro, lanza acusaciones de forma gratuita muy alejadas de la realidad, además utiliza adjetivos que creo que no sabe lo que significan, o es que actúa con muy mala fe. Dudo mucho que en una empresa privada nombren Presidente a alguien que no conoce básicamente su funcionamiento, eso sí que es un privilegio.

Voy a intentar aclarar una por una las acusaciones que hace contra los trabajadores y las trabajadoras de Metro de Madrid.

Empieza reconociendo el legítimo derecho a la huelga de los empleados y las empleadas de Metro, al tiempo que dice que existe el derecho a la educación (supongo que se referirá a la educación privada, que la pública ya sabemos lo que está sufriendo), al trabajo (casi seis millones de parados en España) y a la movilidad (se han cumplido escrupulosamente los servicios mínimos dictados por el Consejero de Transportes, que es el órgano imparcial que los nombra cuando no se llega a un acuerdo con los representantes de la parte social, recordemos que es Presidente de Metro, menuda imparcialidad). Casualmente se le olvida nombrar la sanidad como un derecho más de los ciudadanos de Madrid.

Habla de que “hemos sufrido 23 jornadas de huelga”, yo no recuerdo haberle visto viajando de forma habitual en el Metro, excepto cuando tiene que salir en la foto pertinente claro, pero la cosa es más curiosa, en todas estas jornadas de paros, ni desde la Dirección de Metro, ni desde la Consejería de Transportes se ha realizado ningún esfuerzo para solucionar el problema, no han citado a la representación de los trabajadores nunca, excepto un patético intento de contactar, de forma capciosa, con sólo tres de los sindicatos que forman parte del Comité de Huelga, en reuniones secretas e individuales (el 28 de diciembre), bonita forma tienen de buscar soluciones, ocultos y a espaldas de los trabajadores.

Es curioso que nos acuse de ser privilegiados, debe ser que no sabe qué significa esta palabra, privilegiado es aquel que se otorga a sí mismo ventajas y beneficios aprovechándose de su posición, como puede ser un Consejero de Transportes, que es nombrado a dedo sin necesidad de demostrar sus conocimientos en transportes, o ser nombrado Presidente de Metro desconociendo lo que es, dudo yo que antes de ser nombrado hubiera viajado en Metro, (excepto cuando acudía a alguna inauguración junto al resto de “privilegiados” políticos de turno).

Confunde privilegio con conquistas sociales, todo eso que llaman privilegios son fruto de la lucha y la negociación durante muchísimos años de los trabajadores y las trabajadoras de Metro, no son concesiones gratuitas ni dádivas otorgadas por los gestores de turno, al contrario, han costado mucho esfuerzo, se ha sacrificado incremento salarial a cambio de mejoras sociales, de ahí vienen esos “privilegios”. Por supuesto, ellos no entienden nada de esto, ellos sí se asignan privilegios sin tener que luchar, negociar, etc. baste recordar sus “derechos de jubilación”, sus salarios, las compatibilidades entre varios cargos públicos sin renunciar a sus ingresos, coche oficial, etc. etc. etc. y ¿son estos señores los que se atreven a acusar a alguien de privilegiado?

Sabe este señor que los motivos de estas huelgas no son el “robo” de la decimocuarta parte de nuestro salario, lo que supone el doble de la paga extra de Navidad que tanto aluden, aunque para aclarar esto tendría que escribir otra carta, ya que es una ley nacional que cada uno aplica cómo quiere, y que curiosamente no afecta a los cargos electos (ministros, diputados, concejales, alcaldes, consejeros, presidentes, etc.).

Eso sí, luego se inventa tanto los motivos como las condiciones en las que estamos los trabajadores de Metro. En su artículo, olvida mencionar el motivo principal de las movilizaciones: el incumplimiento reiterado tanto de la parte salarial como de condiciones laborales del convenio firmado en 2009 y que debería haber acabado en 2012.

Sobre la estabilidad laboral sólo hay que ver las reformas laborales que están aplicándose, tanto en las empresas privadas como en las empresas públicas (Telemadrid sin ir más lejos) y a los funcionarios.

Los trabajadores y las trabajadoras de Metro tenemos el abono gratuito desde hace dos años, cuando una sentencia reconocía que era injusto que cotizásemos como bien en especie el título que necesitábamos para poder acceder a nuestro puesto a trabajar, algo que se hace en las empresas, facilitar el transporte o pagarlo para que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo. Debería aclarar si él también lo tiene, como Presidente de la Compañía, aunque sé de muchos otros “trabajadores” que tienen acceso gratuito a la red de Metro como personal de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Municipal, estén o no de servicio. Habla en su artículo del derecho a “transporte gratuito vitalicio”, cuando sabe perfectamente que este derecho ha sido cercenado en 2013, a pesar de ser una conquista laboral recogida en un acuerdo con la empresa desde hace más de 15 años.

Otra muestra del desconocimiento que tiene de la empresa que dirige este señor es acusar a los empleados de disfrutar de más días de vacaciones retribuidas. ¡Tenemos exactamente las mismas que cualquier trabajador o trabajadora del estado español!, 30 días, los días de más a los que alude, no son ni más ni menos que los 15 festivos anuales a los que todos los trabajadores tienen derecho, que por las particularidades de Metro, los trabajadores y las trabajadoras pertenecientes a Unidad Operativa, (conductores, taquilleros, jefes de sector, técnicos de línea, etc.) los disfrutan en unificados en un sólo periodo. El resto del personal, al descansar en esos festivos tienen las vacaciones que marca el estatuto de los trabajadores, 30 días. Claro que si quiere que dejemos de disfrutarlas así, tendremos que cerrar el Metro en los días festivos. No sé que es peor en este caso, que sea producto del desconocimiento del señor Presidente de Metro o que sea producto de la mala fe del Consejero de Transportes.

Desde el inicio de este conflicto, hemos intentado celebrar reuniones con la Dirección de Metro o con la Consejería de Transportes, hemos enviado diversas cartas en ese sentido y no hemos recibido respuesta alguna. Este problema viene de largo, desde 2011, por lo que no nos ha quedado más remedio que intentar forzar a estos dirigentes a reunirse con nosotros por medio de las movilizaciones, pero hasta ahora nos han ignorado, no hemos sido citados a ninguna reunión, excepto las pertinentes y obligadas reuniones de negociar los servicios mínimos, que sistemáticamente terminan imponiendo.

Es una calumnia acusar a los representantes de los trabajadores de Metro de utilizar “sabotajes sindicales” dentro de la práctica habitual de criminalizar que habitualmente utilizan paras tapar falta de mantenimiento adecuado o averías evitables con una política de prevención apropiada, muy lejos de los baremos utilizados en la actualidad y con una falta de piezas de repuesto alarmante.

No somos los trabajadores de Metro los que utilizamos como rehenes a los usuarios, al contrario, queremos informarles de la situación real, del peligro que corre el transporte público de Madrid, de la reducción drástica del servicio que han decidido, el cierre de vestíbulos que muchos ya están sufriendo, de la amenaza de dejar sin servicio a todos los trabajadores cuya jornada termine después de las 0:00h, dejar a los madrileños sin opción de disfrutar del ocio nocturno, etc. etc. Las políticas que están llevando a cabo estos mandatarios del transporte, no difiere mucho de la política que han llevado a cabo en sanidad o en educación, mucho nos tememos que en poco tiempo, el transporte público madrileño, (Metro y EMT) se vea amenazado con “sus externalizaciones” para mejorar su “gestión”, mientras se está produciendo un deterioro y una degradación del servicio muy mal intencionada. ¿Saben los usuarios de Metro que existe un número alto de trenes sin estrenar, desde hace muchos meses paralizados, que estamos pagando mes a mes como renting? ¿Saben los usuarios de Madrid cuánto paga y a quién del alquiler de alguno de sus edificios, por ejemplo Cristalia?

Los usuarios deben exigir que el servicio de Metro vuelva a ser el mismo y con la misma calidad que se daba en Mayo del 2012, ¿quiénes somos los rehenes?

 

Javier Montero Arango

Técnico de Línea 5058

Secretario de Organización de Solidaridad Obrera

Miembro la Comisión Negociadora del Convenio