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Ayer, 27 de febrero, en Barcelona, fue detenido  Gassiot, secretario general de la CGT de Catalunya. Su supuesto delito consiste en dar una rueda de prensa, junto a otras personas, en el rectorado ocupado por los estudiantes de la Universidad de Barcelona, durante unas protestas en defensa de la escuela pública, una escuela de tod@s y para tod@s. Le piden 11 años de cárcel por ello.

Anteayer, 26 de febrero, la policía autonómica catalana cargó brutalmente contra los activistas de Plataforma de Afectados por la Crisis (PAC), que se manifestaban pacíficamente para impedir un desahucio en Badalona. Se produjeron numerosos heridos y dos activistas han sido imputados por sendos supuestos delitos de atentado y resistencia a la autoridad. Una de ellos es nuestra compañera de Solidaridad Obrera, y también militante de la PAC, Armonía Díaz.

La semana pasada, a mediados de febrero, se desató toda una tormenta de noticias relativas a atentados contra la libertad de expresión en el Estado Español: el artista Santiago Sierra vio retirada su obra “Presos políticos” de la Feria Internacional de Arte Arco porque los gestores de dicho espacio cultural entendían que “no querían líos” con la autoridad competente, así como el rapero Valtonyc fue condenado a más de tres años de cárcel por la letra de sus canciones. También, un juzgado decidió censurar el libro “Fariña” del periodista Nacho Carretero, en el que se narraban las relaciones entre el narcotráfico y las fuerzas vivas económicas y políticas de Galicia.

En estos momentos, a 28 de febrero, continúan en prisión numerosos detenidos por las protestas sociales de los últimos años como el joven vallecano Alfon, encarcelado por su participación en una huelga general, o como los militantes del movimiento catalanista Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, y muchos otros.

El panorama, pues, es diáfano. Claro y evidente. Independientemente de las posiciones políticas o de la actividad social de las gentes que salen a la calle para protestar, el Estado Español está desatando una oleada represiva sin precedentes contra las libertades públicas y los derechos democráticos. La cárcel, las multas, las detenciones, las amenazas, la censura, la  instrumentalización de los delitos de odio para callar las bocas, las palizas, todo vale contra las resistencias populares y contra aquellos que se atreven a  alzar la voz contra la deriva autoritaria del Régimen. Y hablamos de Régimen y no de gobierno, porque la casi totalidad de la prensa, la judicatura e incluso los cuadros de los sindicatos oficiales aplauden o muestran una total pasividad ante lo que está sucediendo.

El capitalismo es siempre un sistema inherentemente violento y represivo, pero ahora el Estado Español se está quitando la careta democrática para enseñar su auténtica faz: un régimen degradado, cada vez más impopular, plagado de corrupción y salvajemente generador de pobreza y miseria para las clases populares.  A la pobreza que crea el Capìtal, le acompañan siempre la violencia y la represión.

Desde Solidaridad Obrera queremos transmitir toda nuestra solidaridad a Ermengol Gassiot, a Luis Ros, a nuestra compañera Armonía, a Alfon, a todos y todas los que han sufrido el ataque del aparato represivo en los últimos tiempos por participar en las luchas sociales y están imputados, amenazados, censurados, encarcelados, despedidos, exiliados…Una solidaridad que llama también a la acción, a la construcción de alternativas, a la autoorganización de los de abajo, a la creación de la red antirrepresiva que necesitamos en estos momentos.

Llamamos a la clase trabajadora a estar atenta y a no permitir la represión en los centros de trabajo, en las calles y en cualquier lugar donde se manifieste. Llamamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a defender los derechos civiles, a frenar la deriva autoritaria del Estado Español y a ejercer sus libertades públicas de manifestación, expresión y participación social superando los estrechos límites que el Estado les pretende imponer.

El día de 13 de febrero convocamos, con muchas otras organizaciones, concentraciones  por la libertad de expresión; el  día 17 de marzo nos manifestaremos contra la Ley Mordaza. Continuaremos luchando. Continuaremos peleando sin censura, mostrando la solidaridad con los presos por luchar, construyendo organización popular y obrera pese a la represión y a la violencia del Estado. Llamamos al conjunto de la clase trabajadora a acompañarnos en esta lucha.

La lucha es el único camino.

La clase trabajadora, luchando unida, es la creadora del futuro.

Frente a la represión de las luchas, multiplicar las luchas.

Frente a la violencia del Estado, la solidaridad activa.

                Confederación Sindical Solidaridad Obrera

27 de febrero de 2018

FRENTE A LA REPRESIÓN

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