EN METRO DE MADRID SIGUE HABIENDO AMIANTO Y PELIGRO
Ante las noticias vertidas por Metro de Madrid a la agencia EFE y que han sido recogidas en prensa digital, Telemadrid y Radio1 de Rtve, en relación al plan de retirada del amianto el 15 de abril de 2018, SOLIDARIDAD OBRERA quiere contestar e informar adecuadamente debido a que algunas de estas “informaciones” faltan a la verdad y tergiversan la realidad.
Metro no ha hecho nada, o prácticamente nada, en 15 años de prohibición del amianto, ni ha cumplido ninguno de los Reales Decretos en relación al amianto, ni su retirada, ni evitar la exposición de los trabajadores, ni la vigilancia de la salud, ni la formación e información, ni tan siquiera, nos han facilitado documentación donde figure alguna actuación requerida por la ley. A día de hoy la labor de los sindicatos en el seno del Comité de Seguridad y Salud, del Grupo de Trabajo de Amianto, y de la Comisión de retirada del amianto, sigue siendo vigilar este proceso donde se está exigiendo el cumplimiento de la ley que en muchos casos no llega a los mínimos, esta afirmación es consecuencia de que no aparezca documentación alguna de la solicitada a Metro sobre el cumplimiento de haber cumplido la ley.
A día de hoy Metro de Madrid se niega a dar las charlas informativas a todos los trabajadores (siguen llamándolo formación cuando no es más que 2 horas de charla a un número limitado de trabajadores, negándose a extender estas charlar a todos los empleados, además de haberles reiterado que son insuficientes). Tampoco aplican el protocolo de vigilancia sanitaria a toda la plantilla, aún sin saber el alcance de la exposición, burocratizando y complicando los procesos de detección, con complicados cuestionarios y mapas de registro que no son accesibles a todos los trabajadores. Además, el Consejero Delegado se niega a inscribir a Metro de Madrid en el RERA (registro de empresas con riesgo de amianto), que reconoce la manipulación pasada o actual del amianto, cosa que sabemos con certeza, y que es de obligado cumplimiento si se manipula o ha manipulado.
Han realizado pruebas del protocolo de vigilancia sanitaria sólo a los trabajadores con una exposición extrema e incontestable (puede que sea menos de un 10% de la plantilla), cuando el RD396/2006 dice bien claro que cualquier exposición conlleva un riesgo. Hasta el momento, sólo han establecido 2 grados de exposición, lo que aumentaría la vigilancia hasta un 25%, pero dejaría a un 75% fuera de ella. A día de hoy no saben la exposición concreta del resto de trabajadores, debido a que, como afirman, no se han identificado nunca los materiales con amianto, por ello no podemos encontrar planes de desamiantado presentados ante la autoridad competente, porque no se ha hecho. Debido a esto desde el Comité de Seguridad y Salud se les ha exigido la revisión de todas las instalaciones construidas o reformadas antes de 2003.
No es cierto que los trabajadores no tengan exposición al amianto, todos los días trabajadores de Metro y de diferentes contratas entran y salen de aseos, vestuarios, almacenes, cuartos técnicos, y de un largo etc. de instalaciones que albergan materiales con amianto en las entrañas del suburbano, y que, en muchos casos, por estar sometidos a diferentes agentes degradantes, es imposible concretar su vida útil, hecho que aumenta exponencialmente el riesgo.
Tampoco es cierto afirmar que Metro es completamente seguro para viajeros y trabajadores, tal como la empresa afirma abiertamente en las reuniones, a día de hoy aún no tiene localizado exactamente dónde existe amianto, pero lo que sí es cierto, es que se han llegado a desprender bóvedas de estaciones completamente de fibrocemento, hechos que a día de hoy han supuesto una exposición cierta y que puede ser letal para los que en ese momento se encontraban allí.
Pese a todo esto, nos presentan un borrador del plan de retirada del amianto de forma presupuestaria en los proyectos de modernización ya previstos, y que no lleva ninguna acción inmediata, salvo la paralización de parte del material móvil con amianto y la retirada en almacenes de piezas y repuestos que hasta hoy se han estado manipulando por los trabajadores, desconociendo por `parte de éstos que contenían amianto, cosa que Metro de Madrid sí debía saber.
La red de Metro de Madrid tiene un volumen de amianto todavía incierto, que los dirigentes actuales de la empresa se atreven a cuantificar en notas de prensa, lo que es una auténtica vergüenza, ya que cada día aparecen nuevos lugares sospechosos de estar contaminados por este material.
Son ya 15 años de retraso en iniciarse la retirada, de continuar expuestos y de más que una posible negligencia por parte de la compañía con los trabajadores y usuarios. Ahora en 8 años quieren hacernos creer que están haciendo un trabajo excepcional, cuando no es más que un reloj de arena, ya que finaliza el plazo marcado por la ley. En ese periodo se marca el fin del amianto existente en España, ni encapsulado, ni tapado, ni seguro.
Se va a proponer un estudio de esperanza de vida de los trabajadores de Metro, muchos de los casos pueden ya haberse perdido en el olvido porque ya hayan fallecido los trabajadores, las enfermedades que provocan la exposición a este material, cuando dan la cara y no han sido vigiladas adecuadamente son letales, y en esos casos, al no ser una muerte violenta no hay autopsia.
Desde el punto de vista de Solidaridad Obrera, ha sido un problema que sabían que existía y que han ignorado para no tener que pasar por la situación que afortunadamente se ha destapado y ha salido a la luz pública.
Todos los millones de euros invertidos y los que habrá que invertir para solucionar este problema de nuestro Metro, saldrán de los bolsillos de los madrileños, no es algo que el partido de turno vaya a pagar. Y ello no conlleva que dejen de depurarse las responsabilidades penales a que haya lugar, pues sabemos que muchos trabajadores de Metro van estar afectados por este veneno por la negligencia de quienes han gestionado esta empresa pública durante los últimos 15 años.
Solidaridad Obrera seguirá trabajando incansablemente para que se retire en el menor plazo posible todo el amianto de las instalaciones y trenes de Metro de Madrid e interpondrá las demandas y querellas criminales a que haya lugar para defender los intereses de las compañeras y compañeros que han venido trabajando con un material prohibido sin las precauciones y conocimientos a que obligaba la legislación vigente.