El porcentaje de amianto en Metro crece en los trenes e instalaciones
Ya podemos decir que el porcentaje de los Materiales con amianto (MCA) en Metro de Madrid empieza a ser algo más que simbólico. Por ejemplo casi todas las escaleras mecánicas hasta los años 90 contenían dicho material, después se fueron retirando por modernización, el inconveniente es que los fosos de escaleras siguen siendo los mismos y nunca fueron debidamente limpiados. En trenes la problemática no es mejor porque después de encontrar amianto en los disyuntores, han aparecido los anillos tóricos que están en los pantógrafos de los trenes 2000 A y todas las series de los trenes 5000, éstos controlan las descargas de sobretensión. También los convertidores de los trenes 2000 contienen amianto, y las placas de aislamiento de resistencias en los armarios de baja tensión situados en las cabinas de los 2000 A y todos los 5000 que funcionan en la actualidad, y que fabricaba TBA Ibérica.
La premisa por parte de la Dirección de Metro de Madrid es “no tocar” lo que hasta ahora se ha estado manteniendo con normalidad y sin protección. Solidaridad Obrera no está de acuerdo con esta inacción, todo lo contrario, se necesitan medidas contundentes e inmediatas:
– abrir la partida presupuestaria que sea necesaria para retirar todos los elementos MCA,
– paralizar los trenes que contengan piezas con amianto hasta su retirada total, incluso si fuera necesario cerrar una línea entera durante el verano y suplirla con autobuses, por obras de menor importancia se ha hecho,
– señalizar las instalaciones en estaciones, subestaciones y depósitos que contengan amianto para su retirada en el menor ciclo temporal posible.
Metro de Madrid a día de hoy dice no haber tenido conocimiento de estos materiales en los trenes hasta ahora, pero lo único que ha presentado para ello es una carta de la compañía CAF (Construcciones y Auxiliares de Ferrocarriles) en la que dicen que “los trenes no contienen amianto ni en recinto de viajeros ni en cabina de conducción”, en los trenes 2000 y 5000 2ª/4ª, pero que “no se hace responsable de las modificaciones que Metro de Madrid haya podido realizar desde la adquisición del material y la no intervención de CAF” en éste. Esta falta de conocimiento es algo dudosa porque ya en 2003 Metro de Madrid sí reconoce tener piezas en trenes clásicos, y en la serie 5000 1ª (vendida posteriormente al Subte de Buenos Aires) siendo muchas piezas compatibles con las siguientes series de 5000. A día de hoy esta circunstancia de compatibilidad y falta de trazabilidad de los componentes sobre los que se realizan las tareas de mantenimiento es lo que está provocando la diseminación de los trenes que contienen amianto.
Además, el problema en Estaciones es preocupante porque, las hay como Avenida de América línea 7 y 6, que contienen fibrocemento en la bóveda de andenes, instalados en su inauguración en 1975 en el caso de Línea 7 y en 1979 para línea 6, de eso hace ya 43 y 39 años respectivamente. Demasiados años para considerar una vida útil con garantías, agravada por las filtraciones, vibraciones del suburbano, reparaciones, remodelaciones, filtraciones, etc.
Esta semana arranca la Comisión de Investigación en la Asamblea de Madrid que de seguro nos aportará nuevas informaciones, y perspectivas hasta ahora tal vez no exploradas y a tener en cuenta frente a esta problemática que ha estallado en Metro de Madrid. Es probable que con el paso del tiempo se agrave por los casos de enfermedad, las investigaciones, y la forma jurídica que vaya adquiriendo el problema.
Solidaridad Obrera, junto al resto de organizaciones sindicales de los trabajadores de Metro no va a permanecer como mero espectador sino que impulsaremos las movilizaciones necesarias para que se tome este problema en serio, adoptándose todas las medidas posibles que permitan el desamiantado de material móvil y de las instalaciones en el menor tiempo posible, así como la necesaria atención y vigilancia sanitaria a toda la plantilla, pues por una u otra causa toda la plantilla ha estado expuesta a amianto a lo largo de la vida laboral.
Madrid, 7 de mayo de 2018