Desde la Coordinadora de Metros del mundo queremos expresar nuestro compromiso y solidaridad en estos momentos críticos que nos toca vivir producto de la pandemia del COVID19. Como trabajadores y trabajadoras seremos consecuentes hasta el último momento con nuestro compromiso al servicio de la sociedad en su conjunto, en el país que nos encuentre. Pero no estamos ajenos al nuevo escenario político general. A las claras se ve en nuestros países el fracaso del neoliberalismo que deja todo en manos del mercado y el capital, que no dudó en privatizar la salud, la educación y la vida de los trabajadores y trabajadoras.
Podemos ver hoy como son los sistemas públicos, el bien de todos y de todas, quienes garantizan la salud y la vida de todos los ciudadanos golpeados por esta pandemia. Sabemos de luchas, sabemos del carácter colectivo de cada una de ellas y esta vez no será la excepción, nuestra historia nos impulsa a puestos de vanguardia y ahí estaremos.
También nosotros pondremos de nuestra parte lo mejor que sabemos hacer, mover nuestras ciudades, para que aquellos que nos cuidan, nos alimentan y mantienen nuestro entorno saludable (médicos y médicas, enfermeros y enfermeras, administrativos y administrativas del sistema sanitario, trabajadores y trabajadoras de limpieza y alimentación, etc…) a quienes si consideramos héroes por su trabajo esencial garantizando nuestras necesidades básicas. Todos y todas aquellas que se juegan la vida ante un virus que no conoce fronteras y ataca a todos y a todas sin piedad.
Los trabajadores y trabajadoras de los Metros del mundo no somos héroes, tan solo somos trabajadoras y trabajadores con conciencia de clase, creemos que en nuestro ADN Metroviarios viene marcado el servicio al pueblo, más allá de los Gobiernos o Estados, y que en estos momentos tan graves solo tiene una forma de demostrar su solidaridad, la ternura entre los pueblos, a través de su trabajo diario con seriedad, firmeza y determinación de estar haciéndolo. No hay soluciones mágicas, solo el pueblo salva al pueblo y los trabajadores y trabajadoras de los Metros firmantes tan solo nos debemos a ese pueblo.
La clase obrera seguirá siendo el centro de la unidad y el motor de los cambios revolucionarios