Comienza este foro de la vergüenza corporativa hablando sobre actas pasadas, actas que la parte social no firma y no firmará, pues es tan grande la manipulación que habría que hacer los documentos desde cero. Actas que sabemos está pidiendo el juzgado nº 23, y que tendremos muy claro que decir cuando nos pregunten sobre la falta de nuestra firma y sobre la verdad que durante meses de burlas sucedió.
La parte social solicitó un estudio de ruido en todas las estaciones de la Red, se solicitaron como puntos de medida, por haber mayor permanencia de agentes, en vestíbulos y en las cabeceras de línea.
Alcanzado el punto de CoV, nos empiezan informando de la realización de 50 test PCR a personas que se encontraban en cuarentena o a aquellas que estaban a punto de reincorporarse, a todas estas personas se les realizó de manera voluntaria. Animamos a aquellas personas que hayan sido dadas de alta por CoV, o vayan a serlo, y que no hayan sido, sometidos a un test, que se pongan en contacto con clínica lo antes posible. También nos informaron de la supuesta licitación de otras 200 pruebas, insuficientes al extremo, como casi todo lo que hacen, no llegando para lo solicitado, estudios reales sobre la extensión de este virus entre nuestr@s compañer@s.
Ante las mascarillas K0, se les recordó que vengan del Ministerio, o de donde sean, la documentación del fabricante debe estar a disposición de los trabajadores. Ante esto nos contestaron que si las da Metro es que son buenas, tan bueno como el amianto que nos han estado dando durante décadas.
Ante la inmovilidad y falta de planificación demostrada, tras decenas de escritos y algunas denuncias, ahora se ponen a estudiar corriendo como vamos a volver a los puestos de trabajo. Solicitado hace meses, la primera convocatoria ha sido este 24 de abril en Talleres Centrales, servicio este que si ha decidido hacer algo responsable con sus trabajadores. En la otra punta se encuentra el Servicio de Gestión Operativa de Líneas, exponiendo a todos sus trabajadores a este grave riesgo, sin mesura ni conciencia alguna, asegurando que sus trabajadores no atienden directamente al público. Recordar a todos los trabajadores y trabajadoras de este servicio que cualquier viajero es una persona sintomática, puesto que desconocemos si tiene fiebre, si viene tosiendo, o cualquier otro síntoma, y que bajo ningún concepto debemos vulnerar la distancia de 2 metros.
Pese a insistirles en que las contratas no están haciendo suficiente para que sus trabajadores no estén/sean un riesgo, nos contestan que es otra empresa que ella sabrá. Trabajadores de limpieza, seguridad y mantenimiento a los que no se les proporcionan mascarillas, o que deciden no llevarlas, por las mentiras vertidas en sus empresas, la precarización de la vida en directo, luego saldremos a aplaudir.
Sobre el uso altamente descontrolado de productos químicos, nos informan de que la validez de estas disoluciones, realizadas en Metro, es cuasi eterno, dándose de bruces con los conocimientos más elementales de química. Al igual que una disolución de lejía no debe usarse de un día para otro, como indica el Ministerio de Sanidad, las disoluciones de CLORSAN o de cualquier otro producto tienen una validez, un tiempo, que Metro de Madrid niega, independientemente de que estemos desinfectando con “agua sucia”.
Ante la actitud altanera y de mal perdedor del Servicio de Prevención y del Área de Mantenimiento de Instalaciones, se les recordó que deben realizar la EVR sobre los portaherramientas, de manera inmediata, y el que se pica…ajos come. También tuvimos que recordarles, otra vez más, que seguimos esperando la convocatoria para la nueva Tablet.
Otra reunión de este Comité, otro día más para la vergüenza de esta compañía centenaria, otro ataque contra la salud y contra la dignidad de los trabajadores de esta empresa, que no debemos dejar sin respuesta, y mucho menos olvidar. Nos expusieron al amianto de manera descontrolada y parecen volver a repetir la actitud preventiva que les condujo ante una juez.
Madrid a 30 de abril de 2020
Por Solidaridad Obrera
La Junta Sindical