Siguen siendo imperiosamente necesarias todas las medidas que Solidaridad Obrera ha venido proponiendo a la Dirección desde que se inició el estado de alarma, como son las desinfecciones en trenes de forma mas periódica (cada vuelta o cada hora), desinfecciones en toda la red y en las dependencias (que aún no se realizan adecuadamente); el incremento de la plantilla del personal de limpieza, la señalización en estaciones de las recomendaciones sin balizamiento (la actual es totalmente insuficiente); el reparto y dotación de EPIS suficientes para todo el personal (sobretodo de operativos sabiendo que estos son un riesgo en el más que lógico y previsible aumento de viajeros); medidas de protección real de la salud de los trabajadores con especial sensibilidad; la realización de tests (PCR) que garanticen, al menos, la reincorporación de trabajadores que han sido positivo, han sufrido síntomas o han estado en contacto y realizar test serológicos al total de la plantilla de Metro, posibilitando con ello tener una información real de la situación; la adquisición de trenes y la contratación de personal (la incipiente falta de maquinistas, de personal de mantenimiento en trenes e instalaciones fijas y del necesario para cubrir todas las estaciones, los depósitos, etc;); la organización y el control de aforos; etc…
El cambio de fase o la nueva normalidad no cambian la situación, pero con los actuales gestores de Metro de Madrid (a todos los niveles) todo va a seguir igual, hecho un desastre y tomando medidas tarde mal y nunca, las propuestas sindicales que son las que dan más garantías, caen en saco roto una y otra vez.
El protocolo para las aglomeraciones con el SARS-COV2 que hemos podido observar en las estaciones en la primera jornada de la fase 1, no difiere en nada prácticamente de las operativas habituales en estaciones, salvo que cubren una mayor franja horaria y eso hace necesario el descanso durante estos. Según ya nos comentó la empresa, estos operativos están pensados de futuro para las distintas fases.
Metro de Madrid, sin aumento de plantilla ni compra de trenes, tendrá imposible sostener las siguientes fases, ya se daba un servicio masificado antes de esta crisis. Esta empresa debe implementar las medidas propuestas desde los sindicatos, tomar decisiones importantes para afrontar la “nueva” normalidad, porque estas operativas, una cámara en el puesto de mando, cuatro pegatinas y la correspondiente foto de prensa son solo un maquillaje de cara a la galería y la imagen del político de turno, pero no tienen efectividad real ninguna, no sirven para afrontar los problemas reales de cada día. Lo único que demuestran es que ya han tirado la toalla y se han encomendado a la diosa fortuna y el santoral otra vez.
Es imprescindible concebir un plan de futuro, de forma inmediata, llevarlo a cabo y no dejarlo en anuncios para la prensa pero que nunca se cumplen como la compra de trenes anunciada en 2018 por el presidente de la comunidad que ahora (casualmente) es consejero de transportes, y que nunca llegaron.
Hay medidas que se pueden tomar con carácter inmediato, por ejemplo incluyendo a los 55 aspirantes que han quedado fuera de la autorización presupuestaria. De esta forma ingresarían la totalidad de la bolsa, los 400. Implantar el nuevo calendario de descansos de los MTE, que al reducir los descansos entre semana, posibilita incrementar el número de agentes disponibles en los días de mayor demanda; aprovisionar e impulsar el fondo de indemnización y compensación a las víctimas del amianto, que sigue sin resarcir a los afectados que han pasado a un segundo plano cuando han sufrido un envenenamiento que se paga con enfermedad y en muchos casos con la muerte.
Estamos en pleno proceso de negociación del próximo convenio, pero el escenario ha cambiado, y es fundamental defender un transporte público, social y de calidad, que al final mueve Madrid, con ello mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores y trabajadoras, cimentándolo en la seguridad, la estabilidad y las mejoras sociales, sin dejar de lado el incremento salarial. Medidas que reduzcan la exposición cobra mayor importancia que nunca (reducción de jornada, aumento de PAPs, permisos…)
Para Solidaridad Obrera es fundamental retomar la campaña exigiendo un ABONO SOCIAL REAL YA (que se abandonó en 2017 tras la traición de Cs). Estamos viendo muchas muestras de caridad, pero hace falta SOLIDARIDAD y medidas reales para frenar el impacto económico de esta pandemia a los que peor lo están pasando, garantizando una movilidad a esos que no tienen puestos de trabajo, ni subsidios, ni paro, y han quedado en situación de dependencia y en riesgo de exclusión.
Madrid a 26 de mayo de 2020
Por Solidaridad Obrera
La Junta Sindical