Volvió a reunirse este “Grupo de Trabajo del Amianto”, derivado del Comité de Seguridad y Salud, otro sitio al que ir a vernos las mascarillas con la empresa, pese a ser este un foro fundamental en la lucha contra este maldito veneno, la mitad del tiempo parece ser un sitio dentro de algún tipo de bucle temporal. Los mismos temas, pues no hay respuesta, ni trabajo en la dirección correcta, pareciendo la mejor estrategia repetir respuestas anteriores, volviendo a nombrar documentos pagados, en donde se asegura que el fibrocemento con más de 60 años está bien (¡!), o que las arandelas de cartón son “no friables”, pese a que fueron fabricadas como “friables”, fosilización mágica de este VENENO.

Precisamente así empieza la reunión, con la reivindicación de CERTIFICAR el estado del amianto, mediante ciencia, no con opiniones pagadas. Ante esto, de nuevo se vuelve a ofrecer el arbitraje o mediación del Centro Nacional de Nuevas Tecnologías (CNNT), dependiente del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Institución que ya ha sido rebatida por Metro de Madrid y sus beneficiarios, empresas RERA disfrazadas de especialistas en amianto, que reniegan sin fundamento, ni pruebas, ni criterios, lo que dice este organismo público, con el único fin de continuar este circo de exposición “controlada”. Con el fin de explorar aún más caminos para averiguar el estado real del amianto en Metro, y el riesgo para los agentes que lo manipulan, nos ofrecieron una reunión con un especialista en ensayos de materiales, de la Universidad Complutense de Madrid, de la Facultad de Ciencias Químicas, otro guante que fue recogido de inmediato por Solidaridad Obrera, cualquiera mejor que empresas piratas pagadas con dinero público.

Tras la investigación llevada a cabo por este sindicato, se entregaron pruebas fotográficas sobre las terribles irregularidades cometidas por la empresa dMol, una de estas empresas subcontratadas RERA que está “garantizando” nuestra salud frente al amianto. Instalaciones que no cumplen ni con los mínimos establecidos en la Ley, con duchas de descontaminación imposibles, con zonas indeterminadas sobre su función, vestuarios sin taquillas, sin las medidas sanitarias mínimas, dejando que estos trabajadores actúen frente a este VENENO de cualquier manera, y con ello, exponiendo (muy posiblemente) a sus propios trabajadores a este cancerígeno mortal. Las explicaciones de Metro de Madrid fueron …ninguna. Pues pese a ser un asunto de la reunión, ni se molestaron en acercarse a ver aquel esperpento previamente. Lo más curios es que ni se plantean echar a este tipo de empresas y tampoco ponen en duda el trabajo de desamiantado que llevan a cabo, ¡menudas empresas “especialistas”! Días después, en una visita de comprobación, fuimos amenazados por personal del CCR en Talleres Centrales, sin subrepticio alguno, como si hubiéramos hecho algo malo, este intento de intimidación será tratado en el Pleno del Cté. de Seguridad y Salud, pues Solidaridad Obrera sabe lo que es importante y lo que no, no como ciertos mandos de esta compañía. Hagan lo que tengan que hacer, haremos lo mismo.

Ante el decimonoveno intento durante más de tres años, y dos denuncias en la Inspección de Trabajo, de conseguir información sobre el Organismo Consultivo del Amianto (OCA), volvimos a recibir la callada por respuesta. Otro día más en que seguimos sin saber sus funciones, sus decisiones o prioridades, al igual que seguimos sin saber quién narices caracteriza, ni por qué no emite sospechas mientras confirma la presencia o no de amianto, permitiéndonos seguir manipulando amianto durante días, semanas o meses.

Tras este teatro para bobos, cansados del juego continuado con nuestra salud, y habiéndolo adelantado como asunto de esta reunión, emitimos la sospecha general sobre presencia de amianto en toda la electrónica de potencia, en todos los modelos de tren. En cumplimiento de la IG-12, y del R.D. 396/06, la empresa paralizó todo mantenimiento, eso sí, sin informar convenientemente a los trabajadores, ni a algunos sindicatos (aunque estaban presentes en la reunión), pues al día siguiente muchos parecían más preocupados por el trabajo que se quedaba sin hacer, en vez de por la manipulación de este VENENO. Si esta empresa se para no será por culpa de Solidaridad Obrera, ni por culpa de una Ley que pretende proteger nuestra salud, fue, es y será de aquellos que decidieron exponernos, incumpliendo sistemáticamente las leyes contra el amianto, desde 1984 y hasta la actualidad, y que a día de hoy siguen jugueteando con ser RERA o seguir como si aquí no pasara nada.

 La modificación de la IG-12, para vaciarla de medias verdades habrá que seguir esperándola, igual que la modificación de una formación que cuente con la colaboración de parte social, no como hasta ahora que es unilateral.

Como consecuencia de la sospecha emitida se convocó una reunión al día siguiente (18) llena de afirmaciones graves y gratuitas, que finalizó en la desparalización de la mayoría de materiales, basado en una suerte de probabilidades y años de fabricación, eso sí, la justificación por escrito de estas actuaciones tan valientes con la salud de otrxs, habrá que pedirlas en el juzgado pues a día de hoy seguimos esperándolas. Las visitas realizadas el 19, solo sirvieron para confirmar la falta de certezas sobre la presencia de este VENENO, la preocupación por la producción a cualquier coste y la celebración diaria de los “Juegos del Amianto” en nuestros puestos de trabajo.

Madrid 20 de noviembre de 2020

Por Solidaridad Obrera

LA JUNTA SINDICAL

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *