Otra quincena convulsa, en la que este sindicato volvió a destapar la penosa manera de hacer con respecto a este cancerígeno de tipo 1, localizando decenas de posiciones nuevas para una pieza CON AMIANTO ya encontrada por primera vez en abril de 2019, la tristemente famosa arandela 72.607, que no se sabe, o no se quiere, encontrar de manera definitiva en cada sitio que ha sido instalada por nuestros compañeros (sin saberlo) de Talleres Centrales hasta el año 2019. Los errores son tantos, tan sospechosos, tan útiles para la prestación del servicio y tan sencillos de evitar que pensar que son fruto de incompetencia o dejadez empieza a ser terriblemente inocente, quizás una intervención judicial de esta compañía, rápida y contundente, sea la única manera de desarticular toda esta maraña de ocultación, con organismos opacos como el OCA, tan opaco como los recursos humanos dedicados a localizar/ caracterizar el material móvil o las instalaciones.
Con este tablero, empezó otra partida, en la que nos informaron del trabajo que al fin se está llevando a cabo, como la comunicación a la Inspección de Trabajo, y en algún momento cercano a la Inspección Técnica de la Seguridad Social, sobre lxs agentes incluidos en Vigilancia de la Salud por Exposición al Amianto obligatoria, pues no existe otra, pese a llevar años jugando a la “voluntaria”. También aseguraron haber mandado el listado de pasivos… Ante la exigencia de entregar un formulario a todxs lxs trabajadorxs, dando la oportunidad de declarar posibles exposiciones pasadas, al fin tras tres años de haber redactado y entregado dicho documento, y haberlo defendido cada día, fue aceptado y será puesto a disposición, seguramente por medios telemáticos, pues últimamente no sabemos hacer nada que no sea por el maldito andencentral.
Se trató la próxima (con suerte) UNE sobre localización y diagnóstico de amianto, en primer lugar, agradecer a los conocedores de la misma no haberla compartido hasta el tratamiento de dicho punto, lo cual ayudó a que la empresa tuviera muchos más argumentos que los demás, muy mala costumbre esta reciente manera de actuar en la prevención, y esta es la segunda vez que lo tenemos que sufrir. En segundo lugar, indicar que, tras haberla leído al completo, tiene gran cantidad de claroscuros, pero infinitamente menos que la manera de actuar de las empresas RERA que actualmente deciden que el fibrocemento roto está “en buen estado”, o que las piezas con un 90% de amianto son “seguras”.
Seguimos incidiendo en la necesidad de un arbitraje externo sobre el estado del amianto, dejando en ridículo el documento entregado por esta compañía como “la ciencia que estamos haciendo”, un documento sobre como otra empresa perpetra caracterizaciones a diario en nuestras instalaciones, cogiendo lo que le interesa de las normas, haciendo pruebas subjetivas e indefinidas y llegando a conclusiones convenientes, terraplanistas del amianto, por resumir. Ante esto, y como parte de su compromiso anterior, nos respondieron que al día siguiente volverían a reunirse con personal de la Universidad Complutense de Madrid, personas estas qué si dijeron seguir el método científico, con pruebas empíricas serias, con valores predefinidos y estandarizados, y con más interés en la ciencia que en el dinero.
Madrid a 16 de diciembre de 2020.