El día 19 de enero se realizó la visita a la operativa de andén realizada en Príncipe Pío. Debido a las fuertes corrientes, unido a las bajas temperaturas de los últimos días, ha sido inviable pasar en ese andén más de 10 minutos. Se planteó la posibilidad de buscar algún cuarto a modo de “refugio” para paliar un poco el frio insoportable, que fue aceptado de forma temporal. Este “descanso en el refugio” en ningún caso contabiliza como el tiempo de recuperación térmica al que tenemos derecho, que debemos hacer en el cuarto designado para ello. Para Solidaridad Obrera es inaceptable que nos hagan pensar que es poco profesional dejar el andén vacío por irse a entrar en calor, al no existir un compañero que le haga el relevo, pero lo que realmente es inaceptable es que la falta de plantilla sea tal que esté obligándonos a jugar con nuestra salud, exponiéndonos al frío durante horas.
Desde Solidaridad Obrera no entendemos que, por una cuestión de imagen, se exponga a las trabajadoras a condiciones extremas de frío y a un altísimo riesgo de contagio de COVID… la calidad del servicio no se consigue con imagen, es imprescindible hacerlo con el personal adecuado y con la dotación de medios necesarios.
¿QUIÉN ORDENA LAS OPERATIVAS? ¿HAY ALGUIEN AL VOLANTE?
¿Hasta cuándo se va a seguir exponiendo a nuestras compañeras en riesgo por un mero motivo de imagen? Nos toman el pelo: somos un cono (muy corporativo, eso sí, con nuestro uniforme y chalequito amarillo) para que parezca que abunda personal, cuando la realidad es que hay numerosas estaciones vacías a costa de estas operativas sin sentido.
Hemos repetido en muchas ocasiones de la inutilidad de estas operativas de andén. Nos han puesto al límite. No tiene ningún sentido seguir exponiendo al personal en lugares donde transitan multitud de viajeros, siendo imposible mantener, siquiera, la distancia de seguridad, dejando toda a la protección de una triste mascarilla. No se han enterado que estamos padeciendo una feroz tercera ola de una pandemia mundial. No les es suficiente motivo a nuestros responsables, ellos, desde sus despachos o desde el salón de su propia casa, siguen decidiendo que nuestra salud es sacrificable en pos de la imagen y que, es totalmente necesario ponernos ahí de monigotes. El servicio de prevención colabora en este dislate, y en vez de buscar proteger la salud, evitan estudiar, siquiera propuestas de protección, como la que realizamos del “semáforo” en función del riesgo COVID, planteando escenarios COVID, que nos indique qué hacer en cada caso. De acuerdo a estos parámetros, en el actual escenario no se debe de exponer a los trabajadores de forma innecesaria. Les invitamos a abandonar su sofá y a venirse un par de días a exponer su salud junto a nosotras, prometemos que no se van a aburrir.
NEVADA
Tras el desastre que dejó el paso de Filomena, impidiendo que muchos compañeros y compañeras pudieran acceder a su trabajo, por causas ajenas a su voluntad por mucho que se esforzaran en llegar. Estas ausencias deben ser resueltas como permisos retribuidos. Del mismo modo que el esfuerzo, sacrificio, profesionalidad y tesón demostrado por aquellos a los que las circunstancias, por lo suerte, sí les permitió llegar, desde RRHH debería reconocer el valor añadido de los trabajadores que forman esta empresa. Sin embargo, la compensación a todo eso sigue siendo un solo día libre a todas las trabajadoras (saliendo de los afectados las ausencias que superan ese día, a base de cambios Paps, RJ, etc…) y “algo” de dinero para los que trabajaron esa semana en la que se paró Madrid, pero no el metro. Y no se paró gracias a nosotros, los que estamos a pie del cañón en primera línea de batalla. Seguiremos exigiendo una compensación digna a tanto esfuerzo, y que se compense a los que sí pudieron trabajar con tiempo y dinero, y que a los que les fue imposible, no se les descuente nada de ninguna manera, desde la tarde el viernes hasta el sábado de la semana siguiente. La Dirección no es capaz de empatizar con la situación y acercar posturas, enrocándose en su planteamiento.