Nos costó mucho sacar una declaración con motivo de la visita de representantes del EZLN el 5 de julio. Estuvimos perplejos en el acto que se realizara en la plaza de Agustín Lara en Lavapiés. Dijimos entonces que nos sentimos excluidxs como otros tantos colectivos, organizaciones y grupos, desde el inicio de los preparativos hace ya unos cuantos meses.
En aquel momento, un escueto saludo terminó el paso fugaz del Comando 421
El viernes 13 de agosto se realizará un concierto en Rivas, al que sólo pueden acceder los colectivos que hayan participado en la organización de la gira.
Comprendemos que se limite el aforo por el covid, pero si se restringe a los colectivos devotos, nos preguntamos para qué se hace la gira. Se suponía que un motivo de la misma era extender la solidaridad, el conocimiento y acercamiento entre pueblos y sus organizaciones.
Sí se circunscribe la entrada a los íntimos, se quedan fuera y en el olvido gentes organizadas o no, pero querrían arrimarse para romper la soledad que condena el capitalismo, arrimarse para crear lazos sociales productivos de imaginación y de sueños… Pues, no, fuera.
Qué raro suena que justamente los zapatistas que no tuvieron que quedarse roncos para los diferentes encuentros que convocaban y acudíamos desde todos los rincones del planeta. Los zapatistas sabían muy bien que el olvido duele.
Y porque es saludable refrescar la memoria, acá van palabras zapatistas cuando nos hermanamos sin dudar: “O sea los que no tenemos rostro ni nombre ni pasado y somos indígenas la mayoría, pero últimamente ya se están entrando más hermanos de otras tierras y otras razas. Y, con el apoyo de unas que se llaman «Organizaciones No Gubernamentales», nacionales y extranjeras, se realizaron campañas de salud y se elevó la esperanza de vida de la población civil, aunque el desafío al Gobierno redujo la esperanza de vida de nosotros los combatientes. Y nosotros supimos que hubo marchas y mítines y cartas y poemas y canciones y películas y otras cosas para que no hubiera guerra en Chiapas, Y entonces nosotros vimos que hay gente buena en muchas partes del mundo y que esa gente vive más cerca de México que los que viven en Los Pinos, que así se llama la casa donde vive el Gobierno de este país.”
“Y nosotros queríamos decirles a ustedes, a todos, que gracias. Y que si tuviéramos una flor pues se la regalábamos y como no tenemos flores bastantes para cada uno o para cada una, pues una basta para que se la repartan y guarden un pedacito cada uno y cuando ya sean viejitos o viejitas entonces les platiquen a los niños y a los jóvenes de su país que «Yo luché por México en los finales del siglo XX y desde acá estaba yo con ellos y sólo sé que querían lo que quieren todos los seres humanos que no se han olvidado que son seres humanos y que es democracia, libertad y justicia, y no conocí su rostro pero sí su corazón y era igual al nuestro».
Esto era. Esto era lo que nos movilizó sin preguntar ni dudar,
No queremos ser parte de “seleccionados” ni de un “club de sectarios”, Lamentamos este devenir que la apoyatura al EZLN haya impuesto este carácter cerrado.
Para finalizar, un compañero nuestro abrirá el local que nos pidieron. Y seguiremos en la senda de la rebeldía, la digna rebeldía, aunque nos quedemos roncxs, y seguiremos mezclándonos con todas las gentes que luchan sin exclusiones.
Madrid, agosto 2021