El pasado miércoles 20, el juzgado encargado de la causa penal del amianto en Metro de Madrid, y tras la recomendación de la fiscalía (nos aseguró que o aceptábamos el acuerdo o que, aunque pudiera imputar de algo a alguno de los imputados algo difícil de demostrar, sería un delito sin pena de cárcel (menos de dos años de condena) y significaría que Metro tendría un responsable a quien culpar y evitar su responsabilidad como ente (realmente nadie pagaría y, se condenaría a víctimas y familiares a seguir pleiteando y peregrinando por los juzgados para conseguir las indemnizaciones, si acaso). Con este acuerdo Metro reconoce que es responsable de haber expuesto a sus trabajadores y trabajadoras al amianto, reconoce la comisión de un delito, pero sin poder señalar una persona o personas culpables.
El acuerdo que recoge indemnizaciones importantes para las víctimas y sus familiares que se personaron en dicha causa. También les evita tener que acudir a los tribunales para solicitarlas, evitando el calvario de entrar en los vericuetos judiciales con años de juicios, recursos, etc… Siendo esto muy importante, más aún si cabe es que, si hubiera víctimas de futuro (trabajadores o trabajadoras) que desarrollaran esta enfermedad también serán indemnizadas (incluido los familiares cuando se den fallecimientos). Este acuerdo evita, que víctimas y familiares peregrinen por los juzgados para tener acceso y derecho a esas indemnizaciones, las cuales superan las baremadas en algunas sentencias y, seguramente, sean superiores a lo que alguna sentencia posterior pudiera establecer.
En estos últimos cinco años, muchos han sido los esfuerzos realizados en la lucha contra el amianto y las direcciones de Metro, muchas las horas de trabajo desempeñadas por muchos compañeros y compañeras de Solidaridad Obrera, varios de ellos han perdido la vida en este tiempo. Desde Solidaridad Obrera queremos agradecer los esfuerzos realizados a todos los trabajadores y trabajadoras que han asistido a una concentración, a una manifestación o a varias, que realizaron los paros convocados etc. La lucha sirve y se ha podido materializar en un ACUERDO que ampara a todos los trabajadores y trabajadoras expuestos a este veneno silencioso. También queremos agradecer el trabajo jurídico realizado por nuestros abogados Erlantz, Virgilio y Montero.
También agradecemos especialmente a Antonio Rus las ingentes horas dedicadas al amianto hasta el punto de hacerse un auténtico especialista en el tema, a su amigo y profesor Paco Puche fallecido hace ahora un año. Y al escritor Alberto Prunetti por su libro Amianto que ayudó mucho a que se comprendiera el sufrimiento de familiares y amigos de los trabajadores afectados por este envenenamiento.
Solidaridad Obrera se marcó tres objetivos fundamentales cuando comenzaron los primeros casos de compañeros víctimas de este envenenamiento, el primero descubrir y desamiantar todas los lugares donde existiera este mineral, denunciando cualquier atisbo del mismo en cualquier lugar, implicando a la dirección y a la Inspección de Trabajo mediante las correspondientes denuncias y las paralizaciones de trabajos necesarias para ello, en segundo lugar atender a las víctimas y a sus familias, allanar en todo lo posible que ese dolor se viera recompensado de alguna manera, que se les evitara en lo posible el suplicio de ir y sufrir juicios eternos y demoras injustificadas por tretas legales en los juzgados. En tercer lugar, abrir una vía de futuro para que cualquier compañero o compañera que, por desgracia, desarrollara la enfermedad, tuviera, al menos, una indemnización junto a su familia en caso de fallecimiento, que paliara en algo ese sufrimiento. Por último que Metro reconociera su responsabilidad y que los culpables fueran castigados. Con este acuerdo, hemos conseguido alcanzar todos los objetivos excepto el de ver a los culpables directos entrar en prisión, pero esto, sabíamos de antemano que era prácticamente imposible.
Recordemos que todo esto ha sido a base de la lucha que hemos llevado a cabo los y las trabajadoras de Metro, no ha sido una concesión o un regalo.
Pero este importante paso no debe ser suficiente como para que cerremos la lucha en el tema del amianto, ahora debemos aunar fuerzas con los y las trabajadoras de otras empresas implicadas en el envenenamiento del personal y juntos continuar la lucha hasta que se nos resarza de la perdida de esperanza de vida por exposición al amianto, cifrada por la OMS en 14 años, con una retirada de los puestos de trabajo con anterioridad a la edad ordinaria de jubilación.