No al TTIP (Tratado Transatlántico de Libre Comercio USA-UE)

Es un tratado que están negociando en secreto desde junio de 2013 entre la Unión Europea y Estados Unidos. Su objetivo principal es eliminar las “barreras reguladoras” que limitan los beneficios potenciales de las empresas mul­tinacionales a los dos lados del Atlántico.

El TTIP atenta contra la democracia porque hay un acuerdo explicito para conceder a las grandes empresas multinacionales más poder que a los ciudadanos a la hora de establecer leyes regu­ladoras a ambos lados del Atlántico con el propósito de controlar los recursos, la producción de bienes y la gestión de los servicios en todos los sectores de actividad.

Para ello el TTIP, se dotará de:

Consejo de Cooperación Regulatoria, que no sólo controlará la aplicación de los compromisos exis­tentes en materia de desregulación sino que además dará a las multinacionales el poder de escoger y eliminar otras normativas una vez finalizadas las negociaciones del TTIP y tendrá la potestad de eliminar las restricciones no deseadas sobre actividades comerciales.

Mecanismo de Resolución de Disputas Inversor-Estado – ISDS. Esta disposición pone por encima la condición jurídica del capital multinacional a la del Estado-nación. Si se aprueba el TTIP, se les otorgará a las corporaciones europeas y esta­dounidenses el poder de cuestionar decisiones tomadas por Estados soberanos y de pedir indemnizaciones cuando esas decisiones afecten de forma adversa a sus beneficios. Estas disputas se dirimen en un tribunal privado compuesto por tres abogados que tienen intereses económicos en la disputa y que son los que acordarán la sanción y la sentencia, y sin posibilidad por parte del estado sancionado de recurrir.

 

Las consecuencias irreversibles de la firma del TTIP serían entre otras:

Derechos laborales: Eliminación de los derechos de huelga, sindicación y negociación colec­tiva.

Empleo: Pérdida estimada de un millón de puestos de trabajo. Reducción de salarios. Deslo­calizaciones. Eliminación de las pequeñas y medianas empresas en todos los sectores.

Servicios Públicos: Se privatiza: Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Administraciones Públicas, Agua, Transporte, Comunicación, Gestión de residuos, Pensiones, Justicia, Seguri­dad, etc… atentando contra el equilibrio social y aumentando la marginación.

Agricultura: Las multinacionales controlarían la producción de semillas y alimentos. Elimina­ción de pequeñas y medianas explotaciones agrarias a favor de las grandes explotaciones. Entrada libre de transgénicos en nuestro país y eliminación del etiquetado.

Seguridad alimentaria: Desmantelamiento de las regulaciones europeas en materia de segu­ridad alimentaria y derechos del consumidor. Introducción en los alimentos de todo tipo de agrotóxicos que en Europa están prohibidos actualmente.

Protección ambiental: Incremento en el ritmo de explotación de los recursos naturales. En la práctica quedarían desmanteladas todas las regulaciones de protección ambiental. Además, la armonización de la regulación sobre prácticas que dañan al medio ambiente podría abrir la puerta al fracking en Europa.

Finanzas: Eliminación de los controles financieros.

Protección de datos: Eliminación del derecho civil a la protección de nuestros datos persona­les, dando pie al comercio con nuestro historial médico o de consumo.

En definitiva el TTIP representa un envite de gran alcance para quienes detentan el poder en EE.UU. y la U.E., y supone un golpe y una amenaza para los ciudadanos y la clase trabajado­ra, ya que, si llegase, conllevaría la pérdida de importantes derechos adquiridos en las largas luchas democráticas y de los intereses sociales de la ciudadanía de la U.E. y de los EE.UU. así como del resto del mundo.

El objetivo principal del TTIP es colocar nuestras vidas, nuestros derechos ciudadanos y nues­tro planeta al servicio de las grandes empresas multinacionales y de las élites financieras y políticas pagadas por éstas cuyo solo propósito es el control de los recursos, de la producción de bienes y de la gestión de todos los sectores de actividad pública y económica.

En nuestras manos está detener esta barbarie que nos abocaría a la esclavitud y al colapso. Acude a la Manifestación el 11 de octubre, sábado, a las 18:00h en Atocha.

Madrid, 3 de octubre de 2014

Por Solidaridad Obrera

 

LA JUNTA SINDICAL