Estimado vecino, si dedica un minuto a leer éste texto, y unos cuantos más a reflexionar sobre su contenido, estará realizando un ejercicio de conciencia necesario ante unas elecciones generales. ¿Qué hacer cuando todo nuestro entorno es bombardeado durante días con un único mensaje –“VOTA”…, independientemente de quién nos lo envíe? Tenemos tres opciones:
1º. Votar: En éste caso da igual a quién votemos. Ya hace tiempo que las decisiones que nos afecten directamente se toman a niveles supranacionales, teniendo los partidos políticos un poder cada vez más limitado, quedando éste en manos de las multinacionales que los financian. Los partidos políticos se diferencian sólo en el diseño del envase, el contenido es idéntico. Durante unos minutos habremos sido ciudadanos modélicos que pasaremos cuatro añitos quejándonos por que nadie hace nada por nosotros, hasta volver a ser ciudadanos modélicos otro ratito y volver a pasar otros cuatro añitos quejándonos, repitiendo el ciclo hasta nuestra muerte o hasta que comprendamos que nos están tomando el pelo y decidamos que, para un ratito cada cuatro años, no merece la pena ser ciudadanos modélicos y nos vayamos ese domingo al campo en vez de votar.
2º. No votar e irnos al campo a pasar el día: Como siempre habrá quién vote, seguirá todo igual pero, ni nos habrá engañado nadie, ni habremos perdido un solo minuto de nuestro tiempo. Es la opción más relajada y fastidia a los políticos.
3º. No votar, pero manteniendo una actitud participativa en aquellos aspectos de nuestra vida que todavía no puedan ser totalmente controlados por el sistema. Necesariamente ésta opción contempla la organización de los ciudadanos en todo tipo de asociaciones que conformen el tejido social de su territorio: vecinales, ecologistas, sindicales, antimilitaristas, colectivos y coordinadoras sociales, etc., y que sean independientes de los partidos políticos, donde se practique la democracia directa y la solidaridad entre las personas. Ésta opción obliga a ser ciudadano los 365 días del año, y nos permite participar directamente en lo concerniente al modelo de sociedad que queremos. Requiere más esfuerzo que las anteriores opciones pero, si todos la practicamos, sobrarían los políticos.
De las tres opciones nos gusta la tercera. Si su calidad de ciudadano sólo contempla la primera y la segunda, recomendamos la segunda.
Practica la abstención activa.
Sección Sindical de Solidaridad Obrera en el Ay-untamiento de Alcorcón.