El Ayuntamiento de Madrid prohíbe homenajear a Federico García Lorca. No podía ser de otra manera. Los herederos de los verdugos difícilmente pueden permitir que el pueblo recupere la memoria de sus poetas.
El sábado 29 de agosto, como en años anteriores, diversos organismos sindicales, políticos y culturales de la clase trabajadora de Madrid, entre ellos Solidaridad Obrera, íbamos a realizar en la Plaza de Santa Ana un acto de homenaje al poeta asesinado por el fascismo, al bardo de la República, al hacedor de sueños del pueblo, llamado Federico García Lorca. El año anterior, numerosas personas declamaron versos, inventaron músicas, compartieron su arte, en un cálido homenaje a Lorca en el corazón del Madrid de las Letras.
Este año, sin embargo, la Unidad de Eventos en el Espacio Público del Ayuntamiento de Madrid ha decidido no autorizar el homenaje, utilizando como excusa la situación sanitaria creada por la pandemia de Covid-19. Y ello, incluso cuando los organizadores hemos indicado que se iban a respetar todas las normas sanitarias aprobadas por el Gobierno y la Comunidad, que se iba a limitar el aforo a 40 sillas, y que se iban a ocupar tan sólo la mitad de ellas, para guardar la distancia de seguridad.
Cada vez es más evidente que los organismos públicos de esta ciudad y de esta Comunidad (incluyendo entre ellos a la Delegación del Gobierno) se han propuesto aplicar una decidida política autoritaria y de clase, contra las organizaciones obreras más combativas. Se detiene sin razón a manifestantes republicanos, se prohíbe el homenaje a Lorca organizado por los trabajadores, y nada se hace para garantizar las condiciones de seguridad y salud de los hombres y mujeres que todos los días tienen que tomar el Metro, o de los profesores y alumnos de la escuela pública. Y, al mismo tiempo, se permite que Colón y el barrio de Salamanca se llenen de abigarrados grupos oscurantistas y conservadores, sin mascarillas ni medida sanitaria alguna, campando a sus anchas y expandiendo todas las supersticiones. Se nos prohíbe celebrar el primero de Mayo, pero nada se hace cuando los vecinos del barrio más rico de la capital cortan las calles sin aviso ni autorización previa.
El Ayuntamiento de Madrid prohíbe que se haga un homenaje a Lorca, con todas las medidas sanitarias, porque lo considera muy peligroso. Pero no le parece tan peligroso que en algún centro deportivo municipal se amontonen los positivos al Covid sin dar ninguna información a los sindicatos presentes, como hemos denunciado desde Solidaridad Obrera. Tiene razón: el peligro somos nosotros, el peligro es Lorca. El peligro, para su dominación y su conservadurismo, son las letras y los poemas, los sindicatos combativos y la organización obrera, las palabras que pueden conmover y despertar los corazones de los jóvenes proletarios hasta hacerles enfrentarse a tanta injusticia y a tanta tristeza.
Solidaridad Obrera y las demás organizaciones que han realizado en otras ocasiones el homenaje a Lorca, no se van a quedar quietas. No nos vamos a rendir. Hemos recurrido ante los tribunales la decisión y, en todo caso, si la prohibición se mantiene, convocaremos las movilizaciones de protesta oportunas.
No quieren que oigamos a Lorca. Ni siquiera han querido decirnos donde está enterrado. No quieren que oigamos los versos que brotan de las entrañas de los poetas del pueblo, de los jóvenes obreros, de las personas de amplio corazón. Porque saben que son los puñales que apuntan contra la indignidad, la injusticia y la tristeza en que han sumido a nuestro país.
Trabajadoras y trabajadores: la lucha es el único camino.
Los versos de los poetas prohibidos son los latidos que anuncian nuestra revuelta y nuestras más altas esperanzas.
¡Gloria a Lorca y a los poetas del pueblo!
Confederación Sindical Solidaridad Obrera.