Una vez acabada la negociación y firmado el Convenio Colectivo, el paso más inmediato es la conformación de las distintas comisiones que emanan de éste, como son la Comisión de Seguimiento y Desarrollo del Convenio, la Comisión de Normativa, la de Amianto o la de Igualdad, además de todas estas, muy necesarias para alcanzar el pleno desarrollo del Convenio que despliegue sus efectos en los distintos órdenes de la empresa, en Solidaridad Obrera creemos firmemente que es, no sólo necesario sino vital, impulsar otra comisión más que podríamos denominar Comisión De Medio Ambiente Y Transición Energética.
Desde Solidaridad Obrera, haciéndonos eco del grito desesperado de las expertas, tenemos claro que estamos ante un momento crítico y sin vuelta atrás, en el que no podemos perder un instante para actuar con firmeza y determinación para salvar nuestro planeta, recuperarlo, o en caso contrario, estaremos condenando a la Tierra, y a nosotras mismas a la extinción de la vida como la conocemos, o a la extinción de la vida simplemente.
Desde la Unión Europea y el Gobierno español, se han marcado unas pautas inmediatas que buscan una disminución importante de las emisiones de carbono a la atmósfera en el año 2030, para finalmente llegar al año 2050 con una huella de carbono neutra. Se va a dotar a los estados miembros de ayudas económicas para lograr los objetivos, por lo que habrá que estar preparadas con proyectos sólidos para poder optar a ellas.
Para lograr esta utopía no basta con unas leyes pobres al servicio del capital, tenemos que ser nosotras, las obreras, las que demos un paso al frente, porque cuando llegue la ruina, y estamos seguras de que llegará, va a caer sobre nuestras espaldas una vez más, sólo que esta vez nos traerá consecuencias irreversibles.
En Solidaridad Obrera defendemos que, hay que organizar esta transición desde los puestos de trabajo, desde la lucha social, ya que, si no hay transición ecológica, mañana no habrá nada por lo que luchar. Por lo que debemos obligar a nuestras empresas a seguir un modelo más ético y ecológico, más aún a la que a nosotras nos toca, más allá de por ser una empresa pública, que también, por la gran cantidad de posibilidades para avanzar en este campo consideramos debería ser un ejemplo y liderar este modelo a nivel mundial, pero como en otros tantos casos hasta el momento no ha estado a la altura.
Posibilidades como terminar de actualizar los vehículos de la empresa con una flota más ecológica, posibilidades como el aprovechamiento de la gran superficie existente en nuestros depósitos para la instalación de placas solares y aerogeneradores, como realizar únicamente compra de energía verde con garantía de origen renovable (GdO), como volver a retomar el proyecto de las metrolineras, aprovechando la frenada regenerativa de los trenes para alimentar puntos de recarga de coches eléctricos, como exigir en las licitaciones que las empresas suministradoras o que trabajan para Metro, tengan certificaciones ecológicas o que tengan una baja huella de carbono, también trabajar en formación que fomente esa transición ecológica en la vida privada y laboral de los y las trabajadoras, impulsando la economía circular y el comercio local, así como cualquier otra medida que ayude a alcanzar lo antes posible, y por supuesto mucho antes de 2050, que la huella de carbono de Metro sea neutra y las energías que utilicemos 100% renovables.
Desde Solidaridad Obrera hemos solicitado una reunión con la alta dirección de Metro para tratar este asunto, y aunque en un principio nos habían dado una fecha para tal reunión, nos hemos sorprendido por la rapidez con la que nos la han anulado, demostrando una vez más que a Metro de Madrid le gusta ir siempre con retraso, alejándose de las inquietudes y necesidades de la población y de sus trabajadores.
Desde Solidaridad Obrera y copiando parte del manifiesto zapatista, queremos avisar a la Dirección de Metro que éstas son hoy nuestras demandas, que no esperen para ponerse a trabajar a que éstas sean nuestras exigencias, porque entonces no solo cambiará el tono, también las maneras de reivindicarlas. En estas medidas está, en gran parte, el futuro de nuestras hijas e hijos y en eso no vamos a dudar en poner todo nuestro empeño en luchar por ello.
CON EL FUTURO DE NUESTRAS HIJAS NO SE JUEGA