CONFEDERACIÓN SINDICAL

¿ QUE ES SOLIDARIDAD OBRERA ?

RED
SOCIAL
SOLIDARIA

ACTIVIDAD SINDICAL Y ACTUALIDAD

ATENEO LIBERTARIO VIRTUAL

ENLACES
AL UNIVERSO LIBERTARIO

enlace editorial

SOLIDARIDAD
OBRERA
EDITORIAL

SI NOS QUIERES ESCRIBIR...

 

 

 

JOSÉ LUIS CARRETERO:

ABRAHAM GUILLÉN. GUERRILLA Y AUTOGESTIÓN

 

La pequeña Editorial de Solidaridad Obrera, publica este nuevo libro de José Luis, que viene a sumarse a los otros que del autor, habíamos editado anteriormente.


Según nos manifiesta Andrés Ruggieri:


Este nuevo libro de José Luis Carretero Miramar tiene, a mi entender, dos grandes méritos. El primero es el de redescubrir a este enorme revolucionario de ambas orillas del océano que fue Abraham Guillén. O, como fue en mi caso y seguramente lo será para muchos de los lectores, más que redescubrir, directamente descubrirlo. Un descubrimiento que lo rescata del paso del tiempo y el olvido, de una aparente condición de hombre de un pasado que no volverá, y nos muestra, por el contrario, una persona de acción inspirada por un pensamiento complejo, asentado en la praxis en contextos concretos y por fuera de los dogmas que fueron asemejando a las distintas corrientes de la izquierda revolucionaria a iglesias y sectas. Y ese es el segundo de los méritos de este libro, permitirnos pensar y analizar el presente y el futuro, que se nos presenta tan complicado, a través de la vida, la acción y la reflexión de Guillén. Y, de esta manera, terminar de descubrirlo a quienes intentamos pensar y llevar una práctica de transformación (ya que cuesta tanto últimamente decir revolución) en el mundo distópico de hoy.


El autor no solamente nos hace descubrir a un hombre de acción sino a un formado economista que, en lugar de repetir lugares comunes o reducirse a citar a los clásicos, puede analizar el capitalismo de su tiempo y sus dinámicas. Pero que, además, trata de buscar las alternativas sin encasillarse. Es por eso que viaja a Yugoslavia y escribe sobre el modelo de autogestión implementado allí, analiza y critica el entonces llamado “socialismo real” e incluso los modelos chino y albanés, habiendo visitado este último país, en aquel entonces el último bastión de la ortodoxia estalinista. Extraño para un anarquista dogmático, natural para alguien con la cabeza abierta, más dispuesto a juzgar por sí mismo que a repetir acusaciones y dogmas de otros. Su crítica al socialismo de corte soviético y su diagnóstico certero en sus últimos años sobre su evolución y caída quizá hubiera sido poco sustentable o no habría tenido la riqueza que le supo dar de no haber podido conocerlo in situ. Esto, una vez más, remarca qué tipo de intelectual comprometido era Abraham Guillén y cuán incómodo resulta para las ortodoxias que pretenden encasillarlo. Guillén nos rescata, prácticamente a lo largo de toda su obra, al Marx economista, diferenciándolo del Marx político, el de la dictadura del proletariado, validando sus análisis del sistema capitalista de su tiempo (2ª mitad del XIX), del mismo modo que él, Guillén, se implica en el análisis del sistema capitalista de los dos últimos tercios del XX, aplicando categorías económicas tanto del marxismo clásico como libertarias, al análisis de las sociedades de capitalismo de libre empresa, así como de las sociedades de capitalismo de Estado.


Guillén está por la propiedad colectiva de los medios de producción y su gestión por la propia sociedad, como única forma de superar las desigualdades y las injusticias del presente, independientemente de los vericuetos  que haya que sortear para llegar a ello, y que en ningún caso es algo que vendrá automáticamente, por un levantamiento de la población; mucho menos en un momento histórico en que la colonización de las  mentes por los medios de fabricación de pensamiento es tan abrumadora.


Es por ello que el estudio que José Luis Carretero hace de la vida de Guillén, es tan oportuno y necesario, porque la heterodoxia de éste último (cualquier heterodoxia basada en la igualdad de las personas y la horizontalidad del grupo social y no en la jerarquía o la dominación), es lo único que puede ayudarnos a efectuar la necesaria gimnasia mental para que, quizá algún día, podamos llegar a despejar las negras tormentas y las nubes oscuras de la historia.

C. Carretero